Dos obreros resultaron heridos ayer al derrumbarse un muro de hormigón de la estructura de una nave en construcción en Quart de Poblet. Las víctimas sufrieron graves fracturas y traumatismos al caer sobre los escombros desde una altura de unos 15 metros.
Los hechos ocurrieron sobre las 14 horas en un polígono industrial situado junto a la autovía A-3. Los trabajadores fueron auxiliados por sus compañeros hasta que llegaron los servicios de emergencia.
“Estábamos trabajando en la otra parte de la nave cuando hemos oído un ruido tremendo”, explicó uno de los obreros que acudió en auxilio de los heridos. “La verdad es que han tenido mucha suerte, porque una caída desde tanta altura podría haber tenido unas consecuencias más graves”, añadió el trabajador.
Los heridos, de 27 y 29 años de edad, fueron trasladados en sendas ambulancias al Centro de Rehabilitación de Levante, donde anoche permanecían ingresados con pronóstico reservado.
Según informaron fuentes del Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU), uno de los heridos, el trabajador de 29 años, presenta una fractura de tobillo, contusión en la muñeca y varios traumatismos superficiales.
El otro obrero, de 27 años de edad, sufrió varios traumatismos y una fractura vertebral, según informaron las mismas fuentes.
El accidente laboral se produjo sobre las dos de la tarde en una obra próxima a las instalaciones de Cervezas Heineken al venirse abajo la estructura de hormigón, concretamente tres vigas que habían sido colocadas recientemente.
Las tres piezas se rompieron al caer y causaron un brusco movimiento en la obra que hizo perder el equilibrio a dos de los trabajadores. Fueron momentos de gran tensión y nerviosismo. Los dos jóvenes sufrieron graves lesiones al caer sobre los escombros y la tierra.
Al lugar se desplazaron con urgencia cuatro dotaciones del Consorcio Provincial de Bomberos, patrullas de la Policía Local y Policía Nacional, así como agentes de la Guardia Civil y dos ambulancias del SAMU. En un principio, los servicios de emergencia creían que los trabajadores habían quedado atrapados bajo los escombros.
Cuando llegaron al lugar de los hechos, las víctimas ya estaban siendo atendidas por sus compañeros. Unos montículos de tierra que había junto a la estructura de hormigón amortiguaron el golpe. Por ello, los obreros accidentados no sufrieron lesiones tan graves como en un principio se creía, según explicó otro de los compañeros de las víctimas.
Además de los jóvenes que resultaron heridos, otros seis obreros se encontraban trabajando en otra parte de la nave cuando se produjo el siniestro. “Fue todo fue muy rápido, tanto el derrumbe de las vigas como la caída”, señaló el testigo.
Tras el accidente, los obreros suspendieron su jornada laboral y sobre las tres de la tarde cerraron el recinto. La Guardia Civil se hizo cargo de las investigaciones para determinar las causas del siniestro laboral.
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