Era el aparejador y director de una pequeña obra en construcción en Burjassot. Una inspección rutinaria de Trabajo detectó infracciones graves por falta de seguridad.
Ni heridos ni muertos: no hubo accidente; pero pudo haberlo; y con resultados fatales. Por eso Vicente Belloch ha sido condenado a seis meses de prisión por un delito contra la seguridad de los trabajadores. El Juzgado de lo Penal número 12 de Valencia le condena, además, a pagar una multa de 1.080 euros.
La denuncia la interpuso en marzo de 2004 la Fiscalía, después de que la Inspección de Trabajo, constatadas las irregularidades, le participara el caso. El andamio estaba mal colocado y «tenía peligro para los trabajadores»; faltaban anclajes, el tablón era basculante y pequeño y había un trabajador sobre él «con riesgo de caída desde una altura de 8 metros».
El empresario dijo que estaba recién instalado y que su único fallo fue no llevar a visar el plan de seguridad porque se le olvidó hacerlo. El juez entiende que la cosa es más grave, aunque no tanto como planteaba el fiscal, que pedía año y medio de prisión y una multa de 3.600 euros.
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