Los móviles emiten mayor nivel de radiación y alcanzan cotas más cercanas a los límites máximos establecidos por ley cuando tienen una peor cobertura y más lejos están de las antenas desde las que reciben la señal de telefonía, según aseguró ayer a los periodistas el catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid, Juan Represa de la Guerra, que ayer intervino en las Jornadas Estatales de Prevención de Riesgos Laborales de UGT que se celebran en un establecimiento hostelero de Coreses.
Represa de la Guerra, que ofreció una ponencia sobre las Garantías sanitarias para el despliegue de la telefonía móvil, aseguró que no está justificada la «alarma social» que causan las antenas y los terminales de telefonía móvil, ya que existe una legislación nacional que asegura que las emisiones no son perjudiciales para la salud. Pese a ello, reconoció que cuando se está al límite de cobertura, el móvil emplea la máxima potencia y se acerca, aunque sin superarlos, a los límites sanitariamente aceptables.
Abogó porque las distintas Comunidades Autónomas armonicen las normativas sobre emisión de señales de telefonía, con el fin de que los niveles máximos de emisión permitidos por ley sean los mismos para todas las regiones, tomando para ello como referencia la normativa nacional existente en la materia, las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud y de la Unión Europea, según Represa Guerra.
En las jornadas de UGT intervienen un centenar de delegados sindicales de prevención de riesgos laborales de empresas del sector de Telecomunicaciones de todo el país. La reunión de trabajo la clausura en la jornada de hoy el secretario regional de UGT de Castilla y León, Fermín Carnero.
Con estas jornadas, UGT pretende mejorar la protección de la salud de los trabajadores a través de políticas activas de promoción de la prevención de riesgos en el puesto de trabajo.
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