El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha condenado al Banesto a pagar la suma de 1.800 euros por el mal estado en que se encontraba una de sus sucursales, en la localidad barcelonesa de Navarcles, ya que, según un informe de la Conselleria de Trabajo de la Generalitat, amenazaba con derrumbarse.
En el fallo, el Alto Tribunal catalán recuerda que, aunque el inmueble no era propiedad de la empresa sancionada, este hecho “en modo alguno añade ni quita nada a la circunstancia de deterioro evidente” en que se encontraba el local. El inspector de la Generalitat certificó que la oficina presentaba “riesgo de derrumbamiento” al no ser una “construcción segura y firme”.
Además, según el mismo informe, “el edificio presentaba humedades, desperfectos y deficiencias en su pintura”, así como una iluminación deficiente, “no homogénea ni adecuada para el trabajo”.
En este sentido, el tribunal recuerda que la empresa está obligada a “dar medios normales de protección a sus empleados” y, además, “a la prevención de las imprudencias profesionales”.
El TSJC no tiene en cuenta la circunstancia de que la empresa había comunicado ya a la propietaria del edificio la “necesidad de realizar las reformas” e, incluso, que hubiera tramitado los permisos de obras en el ayuntamiento de la localidad. En este sentido, el tribunal estima que todo ello no desvirtúa el hecho de que “el local presentaba riesgo de derrumbamiento”, con el consecuente peligro para los trabajadores que ello suponía.
Por ello, el Alto Tribunal catalán señala en el fallo que “resulta obvio” que las deficiencias suponían “un grave riesgo para la integridad de los trabajadores”, con lo que condena a Banesto a pagar 1.800 euros por no haber “adoptado las medidas conducentes a evitar estos peligros”.
Tasa alta de accidentes laborales
En su fallo, el TSJC recuerda que es “el deber de los poderes públicos tutelar la salud pública a través de medidas preventivas”, y pone énfasis en que “es hecho notorio que España ocupa un puesto preeminente en un ámbito nada positivo como es la producción de accidentes de trabajo” en Europa.
Advierte, asimismo, que la disminución de esta tasa “es uno de los retos actuales” en el ámbito laboral, y que la única vía para hacerlo posible es el cumplimiento de un conjunto de directivas relativas a las disposiciones mínimas de seguridad.
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