Algunos compradores del iPhone 5 se han encontrado con la desagradable sorpresa de contar con un terminal rayado por sus esquinas, saliendo así de fábrica. Apple es consciente del asunto y ha exigido unos mayores controles de calidad a Foxconn en el proceso de producción de su producto estrella.
Según China Labour Watch, entre tres y cuatro mil trabajadores realizaron un paro para protestar por estas nuevas medidas, que exigían un rango de error de apenas 0,02 mm. Según los trabajadores de la planta, ese margen de error “queda fuera de la visión humana y la presión que padecen los trabajadores es descomunal”.
Las protestas no se deben únicamente al incremento unilateral de las exigencias de calidad, sino también al hecho de que los trabajadores no han recibido la formación necesaria para alcanzarlo. Las protestas han subido de tono hasta el punto de producirse enfrentamientos físicos entre algunos trabajadores y los inspectores de calidad -eso sí, sin llegar a considerarse disturbios-, choque que acabó con algunos desperfectos de orden material y algún que otro hospitalizado. Se sabe que la dirección de Foxconn se ha puesto manos a la obra para solucionar el asunto.
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