Un ciudadano búlgaro que trabajaba ayer por la tarde en un agroturismo de Campos falleció al caer de espaldas desde dos metros de altura y golpearse la cabeza contra el bordillo. La Guardia Civil investiga el accidente.
L.T.P., de 37 años de edad, vivía en Palma y ayer por la tarde, antes del accidente, estaba trabajando en una finca de Campos, en el kilómetro 33,6 de la carretera que une esa localidad con Palma, en unos terrenos conocidos como Sa Canova. Sobre las tres de la tarde un extranjero que se encontraba en la finca reparó en el cuerpo inerte del búlgaro, junto a un andamio. El centro de emergencias del 112 puso en marcha el dispositivo de auxilio y cuando el personal de una ambulancia llegó ya no se pudo hacer nada por la vida del trabajador búlgaro. La Policía Judicial de la Guardia Civil de Manacor se hizo cargo de la investigación y la Policía Local también se desplazó al negocio, para prestar apoyo a la Benemérita.
L.T. trabajaba con un compresor y se había subido a un andamio de 1,96 centímetros. La altura, al menos en apariencia, no era peligrosa, pero parece ser que el trabajador búlgaro cayó de espaldas y se estrelló contra el suelo de cabeza. El impacto craneal contra el bordillo fue fulminante y el extranjero murió prácticamente en el acto. Una portavoz de la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Comandancia de Palma informó ayer por la tarde de que el fallecido no estaba contratado en la obra del agroturismo y que, supuestamente, hacía «un favor» trabajando con el compresor. Esa es al menos la versión que dieron en el agroturismo a los funcionarios que se desplazaron hasta ahí para investigar el accidente laboral mortal.
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