El juzgado número 6 de Tarragona investiga un accidente laboral en el que resultaron heridos dos operarios que participaban en la construcción de la atracción El Templo del Fuego, en el área temática de México de Universal Studios Port Aventura. El siniestro se produjo el 27 de diciembre del 2000 por una explosión en una caseta en la que se almacenaba una bomba de trasvase de gasóleo y material diverso de obra.
Las emanaciones del combustible y la falta de agujeros de ventilación en el habitáculo propiciaron la explosión, que causó quemaduras de segundo grado a José T. U., que acababa de entrar en la caseta, y a Antonio N. S., que estaba en el exterior. Estos dos operarios salieron ardiendo del siniestro y, tras una primera atención de urgencia en el mismo parque, fueron trasladados a la unidad de quemados del hospital Vall d Hebron, en Barcelona. Los heridos negaron que hubieran entrado fumando. Una chispa por el roce con el suelo o la electricidad estática pudieron causar también la explosión, según un informe técnico elaborado por el Departament de Treball de la Generalitat.
La caseta había estado cerrada durante la tarde del 24 de diciembre y los días 25 y 26, tres días festivos en los que se fue acumulando el gas. Según el informe de Treball, “no se cumplió con la obligación de ubicar los productos en lugares frescos y con buena ventilación”. Tras la inspección de Treball se cambiaron las casetas, que son de alquiler. El proveedor efectuó unas aperturas en las casetas por indicación de Tameco, la empresa constructora que Port Aventura contrató para que llevara a cabo la obra civil del Templo del Fuego.
Uno de los heridos, que estuvo de baja un año y al que le han quedado secuelas, denunció a la constructora al considerar que había incurrido en una imprudencia por falta de condiciones de seguridad. Así lo afirmó su letrado, Miguel Ángel Quílez, quien pide una indemnización para su cliente. En caso de probarse la imprudencia, el parque sería responsable civil subsidiario en el caso.
Por su parte, el abogado de Tameco, José Carlos Ramírez, indicó que las diligencias deberán aclarar si hubo negligencia por parte de alguno de los dos operarios, que habría entrado fumando a la caseta, una posibilidad que el letrado contempla. En este sentido, consideró aventurado que una simple chispa causada por un roce pudiera originar la deflagración. El abogado confía en que un acuerdo entre ambas partes evite que el caso llegue a juicio.
El sector de la construcción es el que registra más accidentes laborales: un 77 por ciento del total. Un reciente estudio hecho público por el sindicato UGT considera “alarmante” la siniestralidad de este tipo en las comarcas de Tarragona, que en los últimos tres años ha crecido un 35 por ciento.
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