Los sanitarios denuncian más el maltrato pero bajan las agresiones

Desde 2008, la Consejería de Sanidad de la Junta y la Fiscalía del Tribunal Superior de Castilla y León cuentan con un plan integral para combatir las agresiones al personal sanitario de Castilla y León, que se ha traducido en una toma de conciencia por parte de los profesionales de la sanidad, que denuncian más, y por los pacientes y usuarios, más comedidos en estas expresiones contundentes de desacuerdo, como reflejan los datos ofrecidos ayer por el consejero a los integrantes del Observatorio Regional contra las Agresiones a Sanitarios. Así, el número de denuncias de agresiones llegó en 2010 a 579, lo que supone un 3 por ciento más que el año anterior, pero las que acabaron en agresión física fueron sólo 92, un 21 por ciento menos que en 2009.

En cuanto a los ámbitos donde se dan con más frecuencia estas actuaciones conflictivas, Antonio María Sáez indicó que más de la mitad de incidentes contra la integridad moral, psicológica y física del personal sanitario se produjo en los servicios de Urgencias (12%), Psiquiatría (44%) y Drogodependencia (12%), ámbitos con un porcentaje de tensión por parte de pacientes realmente pronunciado. En este sentido, el consejero de Sanidad, Antonio Sáez, señaló que muchos profesionales de la sanidad siguen sin denunciar o al menos comunicar muchas agresiones al considerar que no son relevantes o forman parte de algún modo de su especialidad, caso de los servicios de psiquiatría y drogodependencia y, en menor medida, de urgencias, en este caso por las situaciones de estrés que se sufren puntualmente.

De todos modos, Sáez subrayó que los pacientes y parientes de éstos que han estado involucrados en algún tipo de agresión al personal sanitario son una «minoría», lo que, por otra parte, no resta importancia y atención por parte de las autoridades sanitarias, que lo consideran como «problema grave en Castilla y León», pero minoritario teniendo el comportamiento de la inmensa mayoría de los usuarios de la sanidad en Castilla y León y el número de operaciones sanitarias anuales que ronda los 40 millones.
Personal más expuesto

Según los datos recogidos por el Observatorio Regional, el personal sanitario más expuesto a la violencia es, lógicamente, el de trato directo con pacientes y familiares de estos, es decir facultativos, enfermeros y técnicos en cuidados de enfermería. Además, del total de las agresiones sufridas, el 66 por ciento fueron verbales, y el resto, físicas. En este último apartado, el 72 por ciento acarreó algún tipo de lesión y el diez por ciento conllevó una baja por incapacidad laboral.

El consejero de Sanidad también informó que desde 2005 se han producido 85 sentencias condenatorias a agresores a personal sanitarios en Castilla y León. de las que 13 fueron consideradas un delito de atentado o de lesiones, lo que conlleva penas de prisión de hasta tres años, órdenes de alejamiento, multas o indemnizaciones. El resto de las resoluciones judiciales concluyeron con sentencias por faltas. Además, la propia Consejería de Sanidad tramitó once expedientes sancionadores en el ámbito administrativo, de los que dos concluyeron con multas por importe de 300 euros por insultos al personal sanitario del servicio público.
Medidas preventivas

Además de recoger la estadística y amparar al personal sanitario, el departamento que dirige Antonio María Sáez, ha establecido una serie de medidas para prevenir y corregir estas agresiones. Ayer informó que la Gerencia Regional de Salud va a continuar con la implantación progresiva de los botones de alarma en todos los equipos informáticos de los centros de salud —comenzando su despliegue por las áreas del Bierzo, Palencia y Salamanca—, urgencias y servicios de Admisión hospitalarios, de manera que si un trabajador pulsa uno de ellos salta un mensaje de alerta en los ordenadores de sus compañeros.

Otra de las novedades que se va a poner en marcha es un nuevo protocolo de actuación ante una agresión, con el objetivo de simplificar los trámites para que los trabajadores agredidos puedan ejercer su derecho de defensa de la forma más eficaz, cómoda y segura posible.

En el ámbito de la formación, se continuará con los cursos sobre técnicas para el manejo de situaciones difíciles, en colaboración con el Colegio de Psicólogos de Castilla y León.

ABC

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