Las conclusiones del informe de Renfe sobre el accidente de Chinchilla (Albacete), ocurrido el 3 de junio y en el que murieron 19 personas, confirman que el semáforo de la estación se encontraba en verde, pues en caso de que hubiese estado en rojo «la baliza hubiese hecho saltar el dispositivo de frenado automático del tren».
Así lo manifestó ayer, junto un mes después de la tragedia, el diputado nacional del PP por Albacete Héctor Esteve, quien aseguró que el sistema, dotado con señales y frenado automático «funcionaba correctamente, lo que viene nuevamente a confirmar que el semáforo se encontraba en verde cuando el Talgo inició la marcha hacia Cartagena».
Héctor Esteve quiso aclarar que Renfe ha seguido «el procedimiento reglado, sistemático y riguroso que utiliza en todas las investigaciones sobre accidentes» y que, en todo caso, «ha realizado una investigación propia para buscar las causas, pero no las responsabilidades, que es algo que deberá determinar la jerarquía superior de la autoridad judicial».
Renfe ha tomado declaración a los dos jefes de circulación de Chinchilla y Navajuelos y consultado los libros de telefonemas, que son los que corresponden al sistema de bloqueo telefónico. En ellos estaba registrado el acuerdo entre las dos estaciones para que el tren de mercancías circulara, «pero no estaba anotado nada relativo al tren Talgo».
En tercer lugar, Renfe revisó el registro de conversaciones entre la estación de Chinchilla y el puesto de mando de Valencia, «comprobando que la primera llamada que se realiza coincide desgraciadamente con la hora del accidente», agregó Esteve.
Seguidamente se procedió a hacer el registro de las cajas negras, en este caso únicamente la de la locomotora del tren de mercancías, puesto que la del Talgo todavía no ha podido ser localizada. Finalmente «se comprobó el funcionamiento del sistema de señales y frenado automático, que eran correctos».
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