La Audiencia de Valencia ha estimado parcialmente el recurso interpuesto por un empresario condenado a año y medio de prisión por la muerte de un operario que recibió un golpe de calor a un horno averiado. Rebaja su pena hasta los tres meses de cárcel al considerar que es responsable de un delito contra los derechos de los trabajadores en su modalidad culposa y no dolosa, como se decía inicialmente, por lo que considera que su conducta fue «levemente imprudente».
El accidente ocurrió el 23 de junio de 2001, en una empresa cerámica de Castelló de Rugat en la que el acusado era el representante legal y administrador.
Ese día la víctima realizaba labores de desatascado en un horno averiado, sometido a elevadas temperaturas y presiones, por atascamiento de material cerámico. El hombre se puso un jersey encima de la camiseta para protegerse de las altas temperaturas al no disponer de otra ropa facilitada por la empresa. Tampoco había procedimiento sobre cómo actuar en trabajos expuestos a calor extremo.
El trabajador tuvo que cesar su tarea porque se encontraba indispuesto. A los 15 días de su ingreso en el Hospital de Gandía falleció por la acción del calor en su organismo.
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