María Yolanda Argüelles Riera (médico)
Existen una serie de normas elementales que ayudan a evitar la aparición del dolor de espalda. Las mismas deben aplicarse junto con la realización de ejercicios de fortalecimiento muscular, aunque conocidas, pocas veces en la vida cotidiana las llevamos a cabo. Recordemos las más fáciles y aplicables a diario: evitar permanecer de pie durante largos períodos de tiempo, cuando lo estemos tengamos la región lumbar lo más recta posible; al reiniciar la marcha mover primero el pie y luego el cuerpo; evitar posturas inclinadas, flexionar las rodillas al inclinarse manteniendo siempre estirada la zona lumbar; los zapatos altos a la larga son una causa de dolor de espalda.
Cuando nos sentemos las rodillas tienen que estar más altas que las caderas y no es conveniente el uso de sillas giratorias o con ruedas, al acostarse procuremos no dormir sobre el abdomen y utilizar un colchón plano y firme, no colocando los brazos debajo de la cabeza, sino relajadamente a ambos lados. La mejor posición es sobre un lado con las rodillas ligeramente flexionadas hacia el pecho, si dormimos tumbados sobre la espalda colocar una almohada bajo las rodillas. Si levantamos peso no lo hagamos con las piernas estiradas y procuremos que el trabajo lo hagan los músculos del muslo.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
