Es necesario reflexionar sobre las consecuencias y el alto coste que está teniendo para las mujeres su presencia en el ámbito público, social, político y, sobre todo, laboral”. Con estas palabras. Loren Albéniz, directora gerente del Instituto Navarro de la Mujer (INAM), resumió el sentido con el que se aborda la sesión de trabajo organizada en la sede del Instituto Navarro de Salud Laboral (INSL), en el polígono Landaben, bajo el lema Doble jornada/doble presencia.
La actividad está organizada por la comisión Salud Laboral y Mujer, que en los pasados meses ha promovido una campaña de concienciación, bajo el lema Tú puedes con todo y por medio de la distribución de 25.000 trípticos y 3.000 carteles.
En relación con las cuestiones que se abordarán esta mañana, Albéniz añadió que “esta jornada pretende ser un acto de sensibilización en torno a un problema de auténtico interés general. La igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres nunca va a ser posible si no conseguimos instalarnos en una nueva cultura de la corresponsabilidad. Conciliar la vida profesional y la vida familiar de hombres y mujeres es lo que verdaderamente nos va a garantizar la igualdad de oportunidades”.
Y abundando en esta idea, la responsable del INAM señaló que “la no planificación conjunta de la vida familiar lleva a las mujeres a soportar una carga tal de trabajo que termina teniendo un claro reflejo negativo en su salud” y, además, aseguró que “nos encontramos ante la imperiosa necesidad de hacer realidad esta conciliación entre la vida familiar y profesional de hombres y mujeres, porque el problema no es sólo de la mujeres, sino de todos”.
Ayuda del hombre a la mujer, no
Loren Albéniz fue tajante al asegurar que “no se trata de plantear la solución a este problema simplemente como una ayuda del hombre hacia la mujer, así no se logra la conciliación, sino que es necesario hacer una planificación verdadera”.
La directora del INAM se refirió al importante reto que constituye la consecución de la igualdad indicando que “si el siglo XXI quiere hacer su aportación a la situación de la mujer y, por tanto, a la sociedad, deberemos asumir el desafío de construir una sociedad con madre y una familia con padre”.
Y, en este sentido, citó las palabras de la experta Inés Alberdi que, en su último estudio sobre las mujeres jóvenes en España, dice que “las aspiraciones de las mujeres, en este momento, quizás puedan ser las metas más difíciles de alcanzar porque se han ido consiguiendo una serie de logros materiales o derechos, pero los cambios de cultura y de pensamiento ofrecen numerosas reticencias”.
La doble ausencia
Mariano Gallo, director gerente del INSL, se refirió a la situación más o menos similar que viven hombres y mujeres en el ámbito laboral en cuanto a las condiciones de trabajo, aunque puso de manifiesto que “siguen existiendo hechos diferenciales como la doble jornada, laboral y familiar, que soportan las mujeres, algo en lo que no se ha producido una incorporación en igual sentido de los hombres”.
Sobre las consecuencias que se derivan de las largas jornadas de trabajo soportadas por las mujeres, los cuadros más habituales son la aparición de estrés, estados de ansiedad o depresiones, que en algunos casos se convierten en un problema de salud grave. Mariano Gallo apuntó también al fenómeno de la doble ausencia, que no es sino “esa sensación de angustia que afecta a las mujeres cuando piensan que no pueden llegar a todo, en su casa y en su trabajo”. Y en cuanto a los síntomas, Gallo señaló que “suele aparecer sensación de cansancio y falta de concentración”.
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