Todos los edificios tienen un riesgo y a medida que se incrementan las alturas las dificultades crecen. El cuerpo municipal de bomberos cuenta con planes de extinción de posibles incendios en los grandes edificios de la ciudad. Cinco de ellos son los más emblemáticos: el Hotel Gran Sol, el Estudiohotel Alicante ‘Riscal’, el edificio de Bono Guarner conocido como La Colmena, el de Representantes y el edificio Alicante. Todos superan las veinte alturas y un incendio en alguna de sus plantas, por su altura y dimensiones, siempre supone un riesgo.
Los edificios de elevada altura cuenta con un plan de emergencia que ellos mismos elaboran y la ley obliga a que cuenten con los elementos básicos de protección. Sin embargo, los bomberos reconocen que las revisiones no tienen la periodicidad que deberían por la falta de personal que pueda hacerlo. «No hay un tiempo estipulado para hacer la revisión de un edificio -reconoce el jefe de bomberos- a veces pasamos seis o siete años sin ver un edificio, porque no hay capacidad».
Del 70% de los edificios que hay en la playa de San Juan y que superan las doce alturas tienen documentación los bomberos. «Tenemos los datos, sabemos en qué condiciones están, cómo debemos de intervenir, qué instalaciones tienen». También cuentan con información de las grande industrias de la ciudad, que no superan las cinco empresas, y que por su magnitud y el material que manejan pueden resultar más peligrosas.
Para el jefe de bomberos, Ildefonso Prats, un inmueble paradigmático en cuanto a su adaptación de elementos de seguridad es el Hotel Gran Sol, que se construyó con la intención de que fuera resistente a los movimientos sísmicos. Las puertas son resistentes al fuego y «perdieron una habitación por planta para adecuarse a las normas». Fue en 1982 cuando apareció la primera ley que obligaba a contar con normas básicas para la protección contra los incendios en los edificios, sin embargo, las Normas Básicas de la Edificación-Protección Contra incendios (NBE-CPI-82) no tiene efectos retroactivos, por lo que no obliga a los edificios que se construyeron antes de esa fecha. Existe también una ordenanza municipal que es muy restrictiva.
La mayoría de grandes edificios de la ciudad se han adaptado a recomendaciones básicas. Así, el estudiohotel Riscal instaló columna seca, salidas de emergencia… «Cuando visitamos algún edificio siempre recomendamos, no podemos exigir, que pongan instalaciones y que es oportuno mejorar la seguridad y luego depende de la sensibilidad del ciudadano o del administrador», expone el técnico de prevención de Bomberos, Juan Calvo. El edificio Alicante pretende aumentar las medidas de seguridad después del incendio que sufrió, hace algunos meses, un piso en una de las últimas plantas. Aunque cuenta con muchas medidas de protección, ahora intenta instalar una columna húmeda. El técnico corrobora a Prats y declara que «hay edificios que no vemos en años por la carencia de medios y personal».
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