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El pionero en introducir la técnica de la aerografía textil en Alcoy (Alicante) en el año 1985, Rafael Casals, afirmó hoy en su declaración en el juicio por el caso Ardystil en calidad de testigo, que conoció la técnica en una empresa de Barcelona –de la que dijo no recordar el nombre– y la fórmula utilizada en la estampación, “en diez minutos” del día que estuvo allí.

Casals, quien carece de título facultativo que le capacite para mezclar productos químicos, explicó, ante el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Alicante, que llegó a esta empresa catalana a llevar unas muestras de bordados. Una vez allí, vio que trabajaban en la estampación aerográfica y pensó que “podía montar lo mismo en Alcoy al ser tan sencillo”. Así, según dijo, instaló una empresa en Alcoy que funcionó del año 1985 al 1986 y en la que los trabajadores “no usaban mascarillas, ni había extractores localizados” porque en la empresa de Barcelona no los vio.

Este testigo dijo también, durante la décimo segunda sesión del juicio oral, que en esa empresa catalana, de la que no supo contestar sobre su ubicación, se informó de que los productos químicos usados para las mezclas eran de Bayer y que acudió a la sede de la multinacional en Barcelona para que le dieran la fórmula por escrito.

Asimismo, Casals reconoció como original de Bayer la fórmula para aerografía sobre raso de poliéster que, según declaró, le dio un técnico en estampación en la sede de la multinacional, mecanografiada en un tercio de hoja de papel cuadriculado, sin firma y sin timbrar.

Rafael Casals, explicó que conoció a la dueña de Ardystil –identificada como J.Ll.S– por un antiguo trabajador suyo y accedió a colaborar con ella en el montaje de Ardystil, para lo cual le dio la fórmula y le enseñó el funcionamiento del método a seguir.

A su vez, reconoció que tampoco implantó medidas de seguridad para los trabajadores porque “nunca” pensó que fuera “peligroso”. Esta persona, abandonó la empresa cuando entró a trabajar en ella María Teresa Vidal, en el verano de 1990, quien tras enseñarle personalmente pasó a encargarse de la mezcla.

Casals además aseguró que “nunca se alejó de lo dicho por Bayer” y apuntó también que “nunca” usó ácido acético, ya que cuando se cambió la formulación de uno de los productos empleados, él ya había abandonado su trabajo en Ardystil.

Sabían que no era química

A lo largo de la sesión de hoy, declaró también como testigo la empleada de Ardystil y encargada de realizar las mezclas para estampar telas, María Teresa Vidal, quien afirmó que aprendió a realizarlas de Rafael Casals, a pesar de advertirle a la dueña de que “no era química”.

Vidal aseguró que “siempre” que se pintaba con las pistolas de aerografiar, “se formaba una neblina bastante exagerada, más densa en invierno que en el verano”. Además dijo que “no había mascarillas para todos” los trabajadores, por lo que tenían que turnárselas, aunque “tampoco obligaban –en referencia a los empresarios– a usarlas” y las de goma “irritaban la piel”. El local, según añadió, tampoco contaba con extractores localizados sobre las mesas de trabajo.

Por su parte, otras dos trabajadoras de Ardystil, Macarena Colquell y Consuelo Valls, afirmaron hoy que los empleados fumaban mientras trabajaban y que las mascarillas se usaban “muy pocas veces”, y ratificaron también que el local de trabajo estaba invadido por “una neblina” mientras trabajaban. También dijeron que no fueron sometidas a ninguna revisión médica por parte de la empresa.

Durante esta sesión, declaró también el inspector de la Dirección provincial de Trabajo en Alicante, José C. González, quien dijo que visitó Ardystil tras detectarse los casos de enfermedad en sus trabajadores.

González explicó que cuando visitó la empresa en 1992, “usaban productos químicos con condiciones higiénicas” no adecuadas a que no había “suficientes mascarillas para todos los empleados”. Así mismo, dijo que se le abrió un expediente provisional porque no cumplía con las medidas sanitarias, por irregularidades en las altas a la Seguridad Social y por tener empleados a varios menores de 18 años en una actividad para la que está prohibido. González dijo que decretó el cierre de la empresa tras actuar de urgencia por los acontecimientos allí ocurridos.

Por último, testificó el representante comercial de Química Saura, proveedora de los productos de Bayer para Ardystil, Fulgencio Saura, quien aseguró que “nunca” supo que los productos suministrados eran para su uso en aerografía textil. Saura declaró que los productos venían etiquetados y precintados, “sin manipulación posterior”.

La vista oral se reanudará mañana, jueves 6 de marzo, con las declaraciones del trabajador de Aerotex y Aerografía Textil, Miguel Angel Gisbert, la trabajadora de Aeroreig, Felicidad Carpio, el empleado de Aeroman y Aerotex, Juan Ignacio Alfaro, el trabajador de Boncolor, Antonio García, el representante de Ibertex, suministrador del disolvente Super Fluid-K, Angel Folgado y el gerente de la empresa Estampados Revert, José Revert.

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Europa Press

Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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