La Inspección de Trabajo y de Seguridad Social paralizó 1.645 actividades durante el primer semestre de este año por incumplimiento de la normativa sobre prevención de riesgos laborales y concurrir en peligro grave e inminente para la seguridad o salud de los trabajadores. Este total supuso el 63% de las suspensiones realizadas en los doce meses del pasado año 2002, cuando se aplicaron 2.600.
De estas cifras se desprende que el ritmo de paralizaciones en el presente año crece en torno al 13%, porcentaje supeditado a lo que ocurra durante el segundo semestre del año. Las suspensiones de 2002 se elevaron a 2.600 y las de 2001 se quedaron en 2.535.
Las detenciones de las diversas actividades se produjeron después de 70.021 visitas de los inspectores, que originaron 15.786 actas de infracción. El importe de las sanciones propuestas ascendía a 56.716.141,59 euros y el número de trabajadores afectados era de 255.786.
500 muertes
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales, comúnmente conocida como Ley de Salud Laboral, vio la luz el 10 de febrero de 1996, con la intención de regular las obligaciones de empleadores y empleados para una mejor protección de estos últimos en su lugar de trabajo. Desde entonces se considera una norma de vital importancia, pero su entrada en vigor no ha servido para paliar la siniestralidad laboral como demuestra la trágica cifra de que de enero a junio de 2003 los accidentes de trabajo provocaron la muerte de 500 personas.
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