La asociación de Padres y Madres del colegio público Vázquez de Mella, en el Ensanche de Pamplona, exigirá al Ayuntamiento que se tomen “medidas de seguridad exquisitas” en las obras de reforma de la cubierta del edificio. El sentimiento de preocupación entre los padres de los 389 alumnos del centro es generalizado después de que se descubriera que la uralita del tejado, compuesta entre otros materiales, por amianto, no se estaba retirando adecuadamente. El consistorio decidió el lunes paralizar las obras y hoy se ha convocado un consejo escolar para informar sobre el tema.
Preocupación y miedo. Con estas dos palabras resumía ayer Yolanda Tirapu, presidenta de la Asociación de Padres y Madres (Apyma) del colegio Vázquez de Mella, el sentimiento de los padres de los alumnos del centro, después de saber que las obras de reforma de la cubierta del edificio no cumplían las medidas de seguridad exigidas por ley.
Según confirmaron el lunes técnicos municipales de Obras y Sanidad, la uralita del tejado (que puede desprender polvo de amianto si no se maneja con precaución) no se estaba retirando adecuadamente.
Esta inspección municipal se realizó después de que varios padres y la propia dirección del centro avisaran al Ayuntamiento de que las obras no se realizaban de forma correcta.
Yolanda Tirapu se felicitó porque la reacción del Ayuntamiento había sido inmediata y se habían paralizado las obras pero también añadió que ahora, a los padres, les quedan muchas preguntas sin respuesta: “¿Cuándo y cómo se va a quitar el resto de la uralita? ¿Cómo se ha quedado el tejado, se garantiza la seguridad? ¿Qué tratamiento o cómo se están limpiando los restos de polvo que han podido desprenderse de la uralita?”, cuestionó Tirapu, que denunció además que la cubierta no se ha tapado bien y ha comenzado a entrar agua en varias clases.
“Estamos muy preocupados”
“Los padres estamos muy preocupados y exigimos al Ayuntamiento que se tomen exquisitas medidas de seguridad en las obras del colegio, por lo menos, a partir de ahora”, añadió Yolanda Tirapu. La asociación de Padres espera obtener respuestas en el consejo escolar que se celebrará esta tarde para informar sobre el desarrollo de la remodelación del tejado. “Queremos que se nos informe y que se garantice la seguridad de toda la comunidad escolar. Hay miedo y ya hoy (por ayer) ha habido tres padres que no han llevado a sus hijos a clase”, manifestó Tirapu.
El concejal delegado de Urbanismo Juan Luis Sánchez de Muniáin dijo el pasado martes que uno de los objetivos de la obra era sustituir la vieja uralita del tejado, bastante deteriorado y con problemas de anidamiento de palomas, por otro material más moderno.
Sin embargo y según confirmó la presidenta de la Asociación de Padres, el informe de Seguridad y Salud presentado por la empresa y aprobado por el aparejador municipal no contempla ningún tipo de medida de seguridad específica para la retirada de la uralita. “No existen elementos especiales de protección que precisen de cálculos específicos”, dice textualmente uno de los párrafos del informe, previo a la concesión de la licencia de obras.
La reforma se adjudicó el pasado 14 de agosto a la empresa Mastil Marco Construcciones por 349.242 euros (58 millones de pesetas). Las obras comenzaron el pasado 6 de septiembre, coincidiendo con el inicio del curso escolar.
El lunes, el Ayuntamiento de Pamplona ordenó paralizar la remodelación “como medida de prevención” y requirió a la empresa adjudicataria elaborar un plan de trabajo, con las medidas de seguridad específicas para retirar la uralita antes de reiniciar los trabajos.
Juan Luis Sánchez de Muniáin confió en que la reforma se reanude pronto: “Esperamos que la empresa nos entregue cuanto antes el plan de trabajo. No obstante, requeriremos a la empresa que, como medida de prevención, retire las placas de uralita en horas fuera de la jornada escolar y que minimice todo lo posible las molestias por ruido y ocupe el menor espacio de patio de recreo”, señaló.
Fue precisamente la falta de medidas de seguridad en el desarrollo de las reformas lo que alertó en un primer momento a los padres. “Ahora, con lo de la uralita, nuestras protestas han quedado en un segundo plano, pero no era normal que los camiones entraran y salieran continuamente por el patio escolar, que las vallas se calleran o ver tirar a los obreros cascotes desde el tejado directamente al contenedor”, dijo Yolanda Tirapu.
A este respecto, Juan Luis Sánchez de Muniáin confirmó que todo el material de riesgo se retiró ayer de los contenedores del patio del colegio.
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