J. M. F. S y D. G. V., encargado del almacén y técnico en prevención de riesgos laborales, respectivamente, de la empresa Semark S. A. Group de Palencia, ubicada en Villamuriel de Cerrato, negaron ayer las imputaciones de las que se les acusa como presuntos autores de un delito de homicidio imprudente por la muerte de José Miguel Abelló, de 22 años, que falleció en mayo del 2003 tras ser aplastado por una carretilla.
Los acusados alegaron ayer durante la celebración del juicio en el Juzgado de lo Penal de Palencia que la muerte del trabajador se debió a su «falta de diligencia, ya que recibió formación suficiente para manejar la carretilla y se le informó sobre las medidas de seguridad preventivas», según alegó ayer el letrado defensor.
Asimismo, el abogado defensor explicó que el fallo que se detectó en el sistema de presencia de la carretilla «solo es imputable a los fabricantes, ya que existió un fallo de fabricación, pero no a una falta de mantenimiento». El técnico de prevención de riesgos laborales aseguró además que la carretilla había sido revisada una semana antes de producirse el accidente «sin detecta ningún fallo», explicó ayer durante la vista oral el técnico en prevención, quien añadió que él mismo había impartido al trabajador fallecido un curso de carretillero de doce horas de duración.
Por su parte, el fiscal y los sindicatos laborales CC. OO. y UGT, que se presentaron como acusación popular, solicitan para los acusados dos años de prisión por homicidio imprudente.
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