DICEN que la Justicia, si es lenta, deja de ser justa. Nueve años y medio lleva ya esperando Justicia Pedro, que a los 18 años quedó parapléjico en un accidente laboral. Aún no hay sentencia firme. El Penal 1 ya se pronunció sobre el caso en mayo pasado con resultado poco menos que escandaloso: la Justicia admite que ha sido tan lenta que se ha producido una dilación indebida en el procedimiento, por lo que aplica una atenuante en la pena que impone al único condenado -en un caso en el que había siete acusados- y le reduce la condena, que se queda en un año y seis meses.
Dado que la atenuante rebaja en un grado la pena, la lentitud del proceso ha salvado prácticamente al condenado de tener que ingresar en prisión. La Fiscalía y la familia del joven accidentado tienen el fallo recurrido en la Audiencia.
Cinco metros de caída
El accidente se produjo cuando Pedro, que trabajaba en un forjado de una segunda planta en una obra, cayó por el hueco de una escalera. Una caída de cinco metros. El hueco no estaba protegido por ninguna medida de seguridad. No había barandillas y las redes de seguridad habían sido retiradas poco antes por orden del encargado. El trabajador no tenía arnés ni cinturón de seguridad. Ninguno de los trabajadores de la obra lo tenía. Nadie se los había proporcionado. El letrado que lo representa indica que como aún no hay sentencia firme, nueve años después todavía no ha cobrado indemnización (fijada por el Penal 1 en 372.627,50 euros). Y señala que la vida del joven y de su familia ha quedado «destrozada».
La sentencia del magistrado del Penal 1 señala que «con independencia del incumplimiento de la normativa laboral, nos encontramos con un hueco de escalera que se deja sin protección con el gravísimo peligro que conlleva, circunstancia que no se le puede ocurrir ni siquiera al más despistado de los hombres». Y condena a Miguel Jesús B.R. de entre siete acusados porque «era el único que hacía y deshacía en la obra a su antojo».
Es un caso extremo, pero que evidencia la lentitud judicial en los casos de accidente laboral. El mismo Penal 1 de Almería ha juzgado este año otros accidentes ocurridos en 1999 y 2003.
Fiscalía
Eso en los casos en los que se llega a juicio. La mayoría de las muertes y accidentes graves se zanjan sin responsabilidades penales. Como ejemplo, en 2006 (un año que se cerró con más de cien muertos y heridos graves) sólo hubo 6 sentencias penales y el Fiscal presentó cargos en otras catorce ocasiones, según datos facilitados por el Ministerio Público. Este año se marcha a mejor ritmo y hay ya presentados 11 acusaciones y un total de 9 sentencias de juzgados penales. Aunque una de ellas deja en simple falta el incumplimiento de medidas de seguridad y zanja la responsabilidad penal con 240 euros por una mano destrozada. Otra absuelve a los empresarios acusados y culpa al trabajador por conducir una carretilla por su cuenta , sin que nadie se lo hubiese mandado.
Curiosamente, frente a estos casos que cuestionan la eficacia de la Justicia contra los accidentes laborales, la Audiencia de Almería -indica el fiscal Pérez Gallegos- ha sido pionera en condenar por delitos contra los derechos de los trabajadores a empresarios sin que mediase accidente alguno: simplemente por no cumplir con las leyes de prevención. Hay al menos dos sentencias de la Audiencia de 2005 y 2006 en este sentido.
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