El texto aprobado por los Quince incluye la definición y prohibición del acoso sexual y acoso por razón de sexo, y hace responsable al empresario de crear un entorno laboral “libre de acoso sexual”.
El nuevo texto considera el acoso sexual como una “discriminación por razón de sexo” y prevé mecanismos de garantías para quienes denuncien una situación de ese tipo. Otras medidas asegurarán que las mujeres que hayan dejado su empleo por baja de maternidad, por ejemplo, puedan volver al mismo o a otro de condiciones similares.
También regula la llamada discriminación indirecta que, según el texto, se produce “cuando una disposición, un criterio, o una práctica aparentemente neutros sitúe a personas de un sexo en desventaja particular con respecto a personas del otro”.
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