Dispuestos a mejorar el gobierno corporativo de las mutuales están en la asociación que las representa, según su presidente Ernesto Evans. Sin embargo, el ejecutivo precisa que tienen algunos reparos frente al proyecto de ley sobre la materia que ingresó el gobierno al Congreso a fines de agosto, y que está siendo analizado por la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados.
La iniciativa gubernamental busca renovar el estatuto que guía a estas entidades y que ha permaneciendo sin variaciones relevantes en los últimos 44 años. Esta situación, de acuerdo con las autoridades, “ha significado que el referido texto no responda cabalmente a los estándares con los que actualmente deben administrarse dichas organizaciones”.
Si bien Evans concuerda con la idea de fortalecer los gobiernos corporativos de las mutuales, señala que su gremio tiene ciertas discrepancias con la propuesta de la administración Piñera.
“Estamos de acuerdo en que es necesario fortalecer los gobiernos corporativos de las mutuales, pero tenemos algunas diferencias con los contenidos del proyecto de ley que está hoy en la Comisión”, dice.
Una de estas diferencias se relaciona con quiénes integran los directorios paritarios. Hoy, los directorios de las mutualidades están conformados por directores representantes de las empresas y directores laborales representantes de los trabajadores que participan en Comités Paritarios de las empresas asociadas. En su reforma, el gobierno plantea la incorporación de directores profesionales, buscando mejorar la conformación de los mismos.
Para Evans, “dicha medida no asegura una mejor gestión del directorio, y genera, además, una distorsión significativa en cuanto a dietas de directores y remuneraciones como trabajadores de los directores laborales y, adicionalmente una pérdida de la paridad al interior de éste”.
El dirigente sugiere la incorporación de asesores profesionales y no directores en los comités de directores, para enriquecer técnicamente la gestión de las mutualidades. Al mismo tiempo, Evans agrega que estos especialistas deben dar cuenta al directorio, pero no asumir como directores. “Es bueno para las mutuales una modernización de los estatutos orgánicos, pero también incorporar lo que está ocurriendo con las sociedades anónimas. Aquí había comités de directores, pero en varias de ellas no funcionaron porque no había especialistas, y porque muchas veces estos van a dar cuenta al gerente general y no al directorio. Es necesario que estos especialistas den cuenta al directorio”.
Otro punto es la duración de los directores en el cargo. La reforma establece que estarán hasta 3 años en sus funciones, y podrán ser reelegidos hasta por 2 períodos consecutivos. Para el titular del gremio, esto es “excesivo”, por ello propone sólo una reelección. “La duración de los directorios ha sido un tema polémico. Una evaluación a organizaciones sin fines de lucro que cumplen un rol en la seguridad social, verificó una tendencia en que los directores estaban por 10, 20 a 30 años en el cargo. Por ello, creemos en la limitación de la reelección de los directorios. Lo que propone el proyecto de ley son 9 años. Nosotros incluso pensamos que podría ser 6 años”.
Para ser nombrado director se pide no ser fallido o estar declarado en quiebra, o ser administrador o representante legal de personas fallidas o declaradas en quiebra. Evans dice que esto debe ser compatibilizado con el proyecto que reforma la actual Ley de Quiebras, que está en tramitación en el Congreso, es decir, que “cuando alguien ha tenido una quiebra no se habla de un ser fallido, se habla de un emprendedor que tuvo un problema. Entonces, si esta nueva ley de quiebras trata mejor y no castiga al emprendedor que tuvo un problema o que se sometió a un procedimiento de quiebra, por qué nosotros le vamos a poner una limitación para ser director. Tanto si es director empresarial como si es director laboral. Creemos que eso es un tema que hay que revisar”, argumenta.
A estas discrepancias, el gremio suma las relacionadas a las funciones de los directorios. El Ejecutivo propone que el director debe adoptar las medidas e impartir las instrucciones necesarias para mantenerse cabal y oportunamente informado, con la correspondiente documentación, de su gestión y situación. Para Evans, esto “podría confundir funciones del directorio con las de la administración”.
El proyecto señala también la exigencia para las mutuales de solicitar la autorización por parte del organismo regulador de los gastos por sobre 10 mil UF o el 5% del patrimonio.
Según Evans, “esto limitará la flexibilidad y agilidad en la gestión diaria de las mutuales e inversiones para seguir otorgando una atención de calidad a sus asociados, además de poder implicar un potencial impacto negativo en sus costos”
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