Antes de la crisis el número de bajas se disparó hasta límites insostenibles por los empresarios, pero ahora el miedo a perder el empleo por los rigores de la crisis ha provocado que durante los dos último años se haya reducido el absentismo laboral entre un 15% y un 20%. La media española se sitúa en un 2,1%.
Esa es una de las principales conclusiones obtenidas en el primer consejo territorial de la comarca de Cartagena de la Mutua de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social número 15 (UMIVALE), celebrada en el Hotel Alfonso XIII, a la que asistieron una treintena de empresarios y varias asociaciones del sector.
«A las empresas les puede costar tener a una persona de baja el primer mes una media de 4.000 euros, contando el coste que supone la formación de otro trabajador y la repercusión que provoca su ausencia sobre un equipo de trabajo. Esto a veces resulta inasumible económicamente», explicó a este diario el director territorial de esa mutua, Alejandro Milvaques. Estas pérdidas suponen entre un 3% y un 15% de la facturación total en algunos casos.
El absentismo es la ausencia del trabajador de su puesto de trabajo en horas laborales. Esta ausencia puede deberse a distintas causas entre las que se encuentran las enfermedades comunes con baja por incapacidad temporal; accidentes de trabajo con baja laboral; permisos legales retribuidos (matrimonios, mudanzas, nacimientos, etc.); faltas al trabajo por causas injustificadas y permisos no retribuidos para asuntos personales.
En un estudio publicado por esta mutua, “El absentismo laboral. Antecedentes, consecuencias y estrategias de mejora”, señala que las bajas laborales no reales han quedado reducidas este año a la «mínima expresión», de forma que, ahora, sólo están originadas por una incapacidad temporal del trabajador o un accidente laboral. Además, la media de horas que pierde un trabajadores al año es de 57, sin contar vacaciones y días festivos.
«Algunos trabajadores por no perder su puesto de trabajo hacen lo que sea. Si les duele la espalda y van al médico y éste les ofrece una baja, se la deniegan, precisamente por miedo», explicó Milvaques. Precisamente, el número de bajas en los dos últimos años también se ha visto reducido drásticamente, hasta llegar al 22%.
Los sindicatos, en contra
Según ese estudio, presentado ayer a los empresarios de la comarca, el perfil de una persona que coge una baja es aquella que está más de tres años en la empresa, que realiza trabajos físicos y considerados peligrosos. Afirma que las mujeres presentan un nivel de absentismo inferior que los varones, y que sólo les supera cuando se asocia su etapa profesional con el periodo de la maternidad.
Por su parte, los sindicatos se mostraron ayer en contra de esos datos. Para el secretario comarcal de Comisiones Obreras (CC OO) en Cartagena, Juan Pedro Martínez, el absentismo laboral ha descendido porque cada vez hay menos trabajadores en las empresas. «El trabajador cuando coge una baja es porque realmente está enfermo. Posiblemente los empresarios tienen otra idea, porque antes sí que eran ellos los que amenazaban con el despido si uno de sus empleados pedía una baja», señaló.
El presidente comarcal de UGT, Fulgencio Andreo cree que no tiene nada que ver el descenso con el miedo de los trabajadores ya que piensa que se debe a la crisis y al aumento del paro.
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