Francisco Javier Erostarbe Arratíbel, vecino de Zumárraga de 53 años, José María Epelde Baztarrika, residente en Beasáin, de 53 años, Juan Merino Mutu, vecino de Ezkio-Itsaso, de 34 años, y Ramón Zaldúa Corta, de 47 años y residente en Antzuloa, todos ellos casados y con hijos, quedaron ayer, como casi todos los días, a primera hora de la mañana para viajar hasta Alsasua, a unos treinta kilómetros de sus localidades de residencia. Entraban a trabajar a las seis y media de la mañana.
Cuando ocurrió el accidente pasaban unos minutos de las seis y casi habían rebasado el puerto de Echegárate. En ese momento, en un tramo donde la carretera dibuja una curva ligera, a los guipuzcoanos se les vino encima un camión portugués, que viajaba vacío a cargar máquinas en Francia. El tráiler chocó de frente con el Renault 19 de los trabajadores y le arrastró varios metros hasta que ambos, camión y turismo, acabaron en la cuneta. Los cuatro empleados de la empresa de Alsasua fallecieron en el acto.
Choque previo
Las inspecciones de la Policía Foral han determinado que el accidente comenzó unos segundos antes de que chocaran turismo y camión. El tráiler portugués, en el que viajaban dos adultos y un niño de 4 años, hizo, por razones que se desconocen, un extraño: se ladeó hasta salirse de su carril y colisionó contra la parte posterior de otro camión, un tráiler eslovaco que viajaba en dirección contraria, transportando perfiles metálicos hasta Vitoria.
Tras este primer choque, el camión portugués acabó de invadir el carril contrario de la carretera y golpeó al primer coche que se encontró, el de los cuatro guipuzcoanos. Tanto el chófer, de 33 años, como el niño sufrieron cortes leves en la cara.
Otro turismo, el Audi A-3 que seguía al coche de los fallecidos, también se vio implicado en el suceso. Su conductor, José Luis C.I., vecino de Oyarzun (Guipúzcoa) de 51 años, resultó ileso.
Por su parte, los dos ocupantes del camión eslovaco, de 41 y 36 años, también salieron indemnes. Tras el primer impacto, el conductor logró controlar el vehículo, aunque estuvo a punto de salirse de la calzada.
El accidente creó dificultades en el intenso tráfico de la N-1, por donde pasan alrededor de 13.500 vehículos cada día, de los que más de 6.300 son camiones. La Policía Foral dio paso alternativo a la circulación hasta cerca de las once de la mañana, cuando fue retirado por dos grúas el camión portugués, que se había quedado a caballo entre la cuneta y la calzada.
En la N-1, entre Alsasua y la muga de Guipúzcoa, se han producido este año otros dos accidentes mortales. Están en marcha las obras de desdoblamiento de estos ocho kilómetros de carretera, que se espera que terminen en julio del año próximo.
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