El secretario general de UGT, Cándido Méndez, solicitó ayer una reforma en la legislación sobre las mutuas de trabajo a las que acusó de no reconocer muchas de las enfermedades laborales.
Méndez, inauguró layer en el Hotel Puerta de Segovia las Jornadas sobre Enfermedades Profesionales y Mutuas en el Sector Forestal, organizadas por la Federación de Trabajadores del sector Agroalimentario (FTA) en colaboración con la Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales, en la que participan más de medio centenar de delegados sindicales de toda España.
Méndez se refirió al aumento del registro de las dolencias calificadas de enfermedades laborales, aunque dijo que no se contabilizan los casos. En este sentido, el máximo dirigente de UGT estimó que las mutuas, que las definió como “empresas privadas sin ánimo de lucro”, indicó que las enfermedades laborales las tratan como contingencias comunes, “con el prejuicio que eso supone para los trabajadores”. Por ello solicitó que el Ministerio de Trabajo tome medidas para corregir esta situación.
De acuerdo con sus datos, el 80 por ciento de los casos de dolencias y bajas corresponden a enfermedades profesionales, y un 19 por ciento a accidentes laborales. Además de calificar las enfermedades profesionales como el “mayor enemigo silencioso” de los trabajadores, recordó que no tienen la misma notoriedad que los accidentes laborales. También, apuntó que el 40 por ciento de las jubilaciones anticipadas tienen relación con ambos casos que además suponen 14.000 muertes anuales.
En esta misma línea denunció que una tercera parte de las personas que tienen que dejar su trabajo por dolencias no cobran por no estar reconocida su situación, y apuntó que además de él, algún familiar, generalmente una mujer, tiene que renunciar a un empleo para ocuparse de su atención.
Por otra parte, Méndez señaló la precariedad laboral y la temporalidad en la contratación como otro de los aspectos que ponen en riesgo la seguridad de los trabajadores, y aseguro que los sindicatos “estamos decididos a corregir los abusos frente a la intención de la patronal de legalizarlos”.
Sobre este aspecto, lamentó que la cultura empresarial en España “esté abocada a la temporalidad”, y aseguró que el abaratamiento de los costes laborales “no es una buena medida para salir de la crisis, y si lo es la estabilidad en el empleo”.
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