La Fiscalía de Málaga pide un total de seis años de prisión (dos años para cada uno) para los tres procesados por la muerte de uno de sus empleados mientras reparaba la caja de un camión en el taller de la empresa. Además, solicita otras tantas multas de 7.200 euros, su inhabilitación durante el tiempo de la condena y el pago de una indemnización cercana a los 200.000 euros para los familiares de la víctima.
La acusadora pública los imputa por un presunto delito de homicidio imprudente y un ilícito contra la seguridad de los trabajadores. Los tres procesados son el representante legal de la empresa, dedicada al transporte de áridos en camiones; el técnico de seguridad y el jefe del taller ubicado en Alhaurín de la Torre en el que se arreglaban los vehículos de la flota.
“A las 6.45 horas de la tarde del 9 de noviembre de 2006, la víctima, oficial de primera del taller, llevaba diez horas trabajando, pues su jornada laboral había comenzado a las 8.00 de la mañana. A esa hora, reparaba una ´cogida de chasis´ de un remolque basculante de aluminio junto a un compañero -la cuba que llevan muchos camiones-“, dice la fiscal. Trataban de apretar los tornillos de la pletina que articulaba la caja basculante, de forma que la levantaron al máximo de su capacidad mediante el sistema hidráulico de la misma, accionado por una válvula de retención.
Sobre este método de trabajo, “nunca habían recibido instrucciones o indicaciones”. Ambos empezaron a apretar los tornillos sin colocar puntales que evitasen la caída de la caja del vehículo en caso de avería en el sistema de elevación.
El siniestro. Su compañero salió un momento, y el empleado se introdujo entre la caja y el chasis, pero la primera cedió debido a una pérdida de aire de la válvula. Ésta bajó unos 40 centímetros, “dejando aprisionado al trabajador, que tenía la cabeza apoyada sobre el vértice del chasis y la caja, ocasionándole una factura por aplastamiento del cráneo, a consecuencia del cual falleció en el acto”, dice la fiscal.
La válvula utilizada para separar la caja y el chasis “no había pasado las revisiones periódicas; los tres acusados conocían que la misma era empleada con frecuencia para la elevación de las cajas basculantes de los camiones y pese a ello no prestaron atención ni realizaron actuación alguna para que la misma se encontrara en perfectas condiciones, máxime cuando todos ellos conocían y permitían que la elevación se realizara sin asegurar con puntales o sistemas de sujeción adecuados si el sistema fallaba”, recalca la acusadora pública.
Además, los acusados permitieron que actos arriesgados de manipulación de los vehículos en reparación se efectuaran improvisando el método, “siendo conscientes de que la evaluación de riesgos de la empresa omitía los derivados de atrapamiento por caída de las cajas”, apunta la Fiscalía en el escrito de acusación.
El compañero del fallecido estuvo expuesto al mismo peligro, mientras que el resto de los trabajadores del taller empleaban el mismo compresor y la válvula de retención y realizaban las reparaciones de corta duración sin apuntalar las cajas, “siguiendo el método de trabajo admitido por los acusados a pesar del riesgo de caída y atrapamiento al que con ello se exponían los operarios”, concluye.
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