TARRAGONA. – C. M. F., maestra de primaria en un centro escolar de Tarragona, cayó en una depresión a consecuencia de su trabajo y, concretamente, por el contacto con los alumnos. Esta situación, nada inusual entre el colectivo docente, la impulsó a solicitar al Departament d’En-senyament de la Generalitat el traslado a un lugar de trabajo diferente al que ocupaba, acogiéndose a la normativa en materia de riesgos laborales. Sin embargo, ello le fue negado. Tras recurrir a la justicia, el juzgado contencioso administrativo número 1 de Tarragona ha vuelto a rechazar su petición y, lejos de autorizar un cambio de tarea, se inclina por que la profesora tramite una “incapacidad parcial”.
El juez destaca que, si bien se conoce que el origen de la depresión es el contacto con los alumnos y el trabajo desarrollado, no consta que se trate de una situación “transitoria” ni tampoco se prueba “el éxito terapéutico del cambio del puesto de trabajo”, dos circunstancias que la ley de prevención de riesgos laborales exige para el cambio laboral. Por todo ello, añade que “cabría incardinar su situación en una incapacidad parcial”.
El estrés entre los docentes ha sido fruto de diversos estudios por parte de los sindicatos. En ocho de cada diez docentes españoles se han detectado síntomas de lo que se conoce en psiquiatría como el síndrome de “burnel-out” o de “estar quemado”, según un informe de CC.OO.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
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