La conocida como muerte dulce (fallecimiento por inhalación de monóxido de carbono), se cobró ayer una nueva víctima. Un vigilante de 23 años y nacionalidad ecuatoriana falleció ayer como consecuencia de un incendio ocurrido en un recinto polideportivo del distrito de Villaverde.
La gran cantidad de humo originada por las llamas provocó la intoxicación del joven, cuyo cadáver calcinado fue encontrado por los efectivos de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid que acudieron a sofocar el incendio.
El fuego se originó en torno a las 10.00 horas en una caseta de vigilancia del polideportivo El Espinillo, situado en el número 1 de la Calle del Consenso, en el distrito de Villaverde. Concretamente, son unas instalaciones elementales gestionadas por la Asociación Cultural y Deportiva de Villaverde.
Tres vehículos de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid con sus respectivas dotaciones acudieron al lugar del siniestro. Debido la gran acumulación de humo en el recinto, éstos tuvieron que emplear aparatos de protección respiratoria para apagar las llamas.
Minutos más tarde, el fuego quedaba totalmente extinguido. Pero cuando los bomberos procedían a la ventilación del recinto descubrieron el cuerpo calcinado de una persona.
Posteriormente se confirmó que la víctima era el hombre que desempeñaba las labores de limpieza y vigilancia de dichas instalaciones deportivas.
Según fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, el fallecido era Jorge B.Z., de 23 años de edad y nacionalidad ecuatoriana.
De acuerdo con las primeras investigaciones, la víctima se encontraba durmiendo en un pequeño local donde se ubica el botiquín del polideportivo, en el que había dos sofás y una estufa. Dicha caseta, de unos siete metros cuadrados, contaba con dos sofás y una estufa donde tuvo origen el siniestro.
El cuerpo de Jorge fue encontrado boca abajo y con las rodillas en el suelo, en una posición que hace suponer que esta persona había querido levantarse.
Por ello, y aunque este punto aún no ha sido confirmado por la autopsia, todo hace pensar que el vigilante resultó intoxicado por monóxido de carbono desprendido de la combustión de la estufa; al marearse debió caer al suelo y ya no pudo levantarse.
Seguidamente, alguna de las llamas de la estufa prendió en uno de los sofás que había en el local y se originó un incendio que alcanzó al joven, originándole diversas quemaduras. Los efectivos de Samur-Protección Civil que habían acudido a este polideportivo sólo pudieron certificar el óbito.
Investigación abierta
La concejala del distrito de Villaverde, Nieves Sáez de Adana, acudió al lugar del suceso para informarse de lo sucedido. Sáez de Adana anunció que la junta de distrito abrirá una investigación sobre las circunstancias del siniestro, así como de las posibles irregularidades en la situación laboral del fallecido.
También los sindicatos indagan sobre la situación del fallecido, aunque fuentes policiales han precisado que éste «contaba con documentos de la Seguridad Social, por lo que es muy probable que su situación fuera legal».
Desde hace un año, Jorge desempeñaba labores de limpieza y vigilancia en estas instalaciones inauguradas hace apenas tres años y gestionadas por la Asociación Cultural y Deportiva de Villaverde. «A menudo se quedaba a dormir en las instalaciones», señalaban algunos vecinos que describían a Jorge como un joven corpulento, muy moreno y «de carácter muy extrovertido».
El titular del juzgado número diez de Madrid ordenó el levantamiento del cadáver, que fue trasladado al Instituto Anatómico Forense.
Jorge B.Z. es la primera persona fallecida por intoxicación durante este año. El año 2001 se cerró con otro suceso de similares características: el 30 de diciembre fallecieron cinco jóvenes músicos, integrantes del grupo de rock Santuario, cuando se encontraban ensayando en un local de Leganés.
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