La lipoatrofia semicircular ha afectado desde el pasado febrero, cuando se conocieron los primeros casos, a casi 650 personas en toda España. La mayor parte de ellas en Cataluña, con un total de 619, de las cuales un 88 % de los casos son mujeres. Los datos facilitados por la consellera de Trabajo de la Generalitat, Mar Serna, reflejan que son 28 las empresas afectadas por este conjunto de síntomas, también conocido como «síndrome del edificio enfermo», en esa comunidad autónoma.
Los dieciséis casos confirmados ayer, más cuatro probables, que han sido detectados en un edificio de oficinas de Telefónica en Las Tablas, en Madrid, junto a los registrados en abril en inmuebles de varias ciudades de la Comunidad Valenciana, muestran que la incidencia de este síndrome se extiende también fuera de Cataluña durante los cinco últimos meses.
El «síndrome del edificio enfermo» se manifiesta principalmente por la pérdida localizada de tejido adiposo, en las piernas en la mayoría de los casos, y a veces en cadera o abdomen; pero puede presentar también otros síntomas asociados como cefaleas, irritabilidad, sequedad en la garganta, tos o prurito cutáneo. En cualquier caso, el director general de Salud Pública de la Generalitat, Antoni Plasencia, aseguró ayer que esta enfermedad «no presenta consecuencias serias para la salud».
La consellera Serna presentó ayer el primer protocolo mundial de actuación para hacer frente a la lipoatrofia semicircular, una afección que calificó de «leve y reversible, y que no precisa baja laboral». Dicho protocolo debe servir para que los médicos y los técnicos de las mutuas y servicios de prevención sepan cómo actuar ante los nuevos casos.
La única obligación que establece el protocolo, además de informar a los trabajadores y a las autoridades sanitarias y laborales de un caso nuevo, es garantizar unos valores de humedad relativa del aire de un 50 por ciento, en aquellos casos en que haya problemas de cargas electrostáticas en las oficinas. El protocolo recomienda evitar la influencia de las instalaciones eléctricas sobre la estructura metálica de las mesas de trabajo, mejorando el aislamiento del cableado e instalando, si no existen, tomas de tierra.
El gerente de la Agencia de Salud Pública de Barcelona, Joan Guix, precisó que un solo factor de los citados «no produce el síndrome, según ha constatado un estudio epidemiológico realizado en 191 afectados, sino que es la conjunción de factores a que lo causa».
Este protocolo, que es abierto y se puede ampliar a medida que se conozcan más casos y su evolución, se hará llegar al Ministerio de Trabajo, a las comunidades autónomas y a los organismos europeos encargados de la salud de los trabajadores y de la seguridad en el trabajo.
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