Según este estudio, el 46 por ciento de las trabajadoras autónomas de Castilla y León asegura no haber recibido ninguna información sobre los riesgos laborales a los que se encuentra expuesta en su lugar de trabajo.
Tan sólo el 34 por ciento de las autónomas encuestadas se realizan reconocimientos médicos de manera periódica, una carencia en la que se alega la falta de tiempo para acudir a realizar estos trámites. En este sentido, las alteraciones músculo-esqueléticas que padecen estas mujeres desde que se dedican a su actividad laboral actual se resumen en su mayoría en contracturas musculares, lumbalgias, cervicalgias y, en menor grado, en adormecimiento de las extremidades.
Además, durante el mes anterior a la realización de la encuesta, las trabajadoras autónomas afirmaron, en el 62 por ciento de los casos, haberse sentido nerviosas, desanimadas o agotadas. Además, casi el 60 por ciento confirmó no haber dormido bien en muchas ocasiones, sentir tensión muscular y el 37 por ciento reconoció haber padecido dolores de cabeza.
Los síntomas que presentan estas mujeres autónomas son fruto del estrés al que están sometidas, que puede desencadenar en depresión, ansiedad, fatiga crónica, angustia o frustración. El 28 por ciento de las encuestadas tiene trabajadores asalariados a su cargo, mientras que el 82 por ciento de ellas dice conciliar la vida familiar y profesional, lo que supone una sobrecarga física y mental para ellas.
En Castilla y León, de las 63.992 trabajadoras autónomas registradas, el 96,9 por ciento son españolas, mientras que el 3,1 por ciento restante procede de países extranjeros. Este estudio se ha centrado en todos los sectores productivos con presencia de trabajadoras autónomas como servicios, industria, comercio, hostelería, educación, transporte y construcción, entre otros. A nivel nacional se realizaron 2.000 encuestas con un nivel de confianza de un 95,5 por ciento y un margen de error de un tres por ciento. Castilla y León cuenta con un peso del 6,3 por ciento en el total de la muestra.
Guía de buenas prácticas
La Asociación de Trabajadores Autónomos ha editado también, dentro de la campaña de prevención de riesgos laborales entre el colectivo de mujeres autónomas, la guía “Buenas prácticas preventivas para un embarazo, postparto y lactancia materna saludable”. Esta guía pretende concienciar sobre los riesgos para la reproducción, el embarazo, el postparto y la lactancia materna, así como de las buenas prácticas que se deben llevar a cabo en cada una de estas etapas.
Dentro de la guía se abordan la realidad biológica diferencial de la mujer, los riesgos y factores de riesgos laborales que pueden existir para la salud de las mujeres embarazadas, las condiciones de trabajo que pueden influir negativamente en la salud de estas trabajadoras, las consecuencias de la carga de trabajo o la situación protegida de la mujer trabajadora autónoma y de las asalariadas a su cargo, entre otros aspectos.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
