Él ya declaró el lunes, primer día del juicio. Ayer era el turno de los peritos y de los alegatos de los abogados. Un ejército de abogados. Nueve para representar al damnificado, a los acusados y a los seguros. Ninguno de los acusados asumió responsabilidad alguna y todos se declararon inocentes. Aunque los peritos que fueron pasaron por la sala coincidieron en señalar las causas del accidente: en la obra faltaba coordinación en temas de seguridad, se usó inadecuadamente una excavadora como una grúa y se puso la máquina en manos de un gruísta que no estaba dado de alta ni tenía titulación para operar con esa máquina ni experiencia ninguna. Un enorme bidón de una fosa séptica escapó cuando lo estaba izando y fue a golpear a Miguel Ángel, que quedó tetrapléjico.
Petición
Tanto el Fiscal como la acusación particular mantuvieron la petición de dos años de cárcel para cada uno de los cinco acusados: F. A.V., promotor de la obra y propietario del centro de trabajo, un lavadero de coches que se estaba construyendo en Alcalá, M. Á. C.D., ingeniero técnico industrial contratado para la redacción del proyecto de obra civil, J. P.C. subcontratado para levantar la estructura, F. M. G.N. subcontratado para la apertura de diversas zanjas para meter en ellas los bidones de las fosas sépticas, de unos 5.000 litros de capacidad y de 158 kilos de peso. Éste último subcontrató a su vez con I. M.C. maquinaria para hacer el trabajo.
Las obras, según la calificación del Fiscal, se iniciaron sin obtener la licencia de obras y sin designar coordinador de seguridad. Se piden indemnizaciones de 750.000 euros.
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