La Audiencia Provincial ha concedido una indemnización de más de catorce millones de pesetas a la familia de un trabajador que falleció en un accidente laboral en Eivissa el 8 de diciembre de 1998. La víctima del siniestro, el transportista valenciano Francisco Fajardó Martínez, fue aplastada por una máquina elevadora que estaba descargando un remolque.
El juzgado de primera instancia número 2 de Eivissa había concedido a la viuda y a los hijos del fallecido una indemnización de más de seis millones de pesetas. En su sentencia, fechada en julio del años pasado, se establecía que la responsabilidad sobre el accidente se repartía entre la propia víctima y la persona que manejaba la máquina.
La Audiencia mantiene esta tesis, pero considera que fue mayor la culpa del conductor del elevador, porque “tenía el dominio de la situación”, y eleva la indemnización a cobrar por el siniestro, aunque “Fajardó también tuvo un tanto de culpa” porque, afirma el fallo, debía saber, “por su edad y trabajo”, que no debía situarse donde lo hizo, junto al torete, mientras se efectuaba la descarga.
La sección quinta del tribunal palmesano también ha aumentado la suma que debe cobrar la familia del fallecido porque el juzgado no tuvo en cuenta que uno de sus hijos era menor de edad cuando ocurrieron los hechos. La resolución impone al trabajador que conducía la máquina, a la empresa para la que trabajaban él y la víctima y a una aseguradora la obligación de indemnizar a la familia de Francisco Fajardo Martínez con 14.807.693 pesetas.
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