Un año después del accidente laboral en el que fallecieron 10 trabajadores de la empresa Arranz Acinas, el juez instructor del caso imputa por «homicidio imprudente» y otros delitos a tres responsables de la constructora burgalesa en la que se produjo el siniestro. Además de homicidio imprudente, se incluyen los delitos contra los derechos de los trabajadores y por lesiones imprudentes.
Los sindicatos coincidieron en valorar de forma positiva la petición de responsabilidades penales porque desde la fecha del accidente, 13 de enero del 2005, habían advertido de la existencia de datos objetivos sobre el incumplimiento de las normas de seguridad y prevención de riesgos laborales.
La imputación afecta a tres personas de la empresa con puestos de responsabilidad porque presuntamente conocían el destino del local y no hicieron nada para evitar los riesgos: Pablo Arranz Acinas proporcionó personal para la adaptación del local sin incluir las circunstancias en el plan de seguridad; José Luis Arranz Jaramillo está imputado como encargado general de la obra y porque decidió el uso del local como vestuario y almacén de productos, y también está acusado Roberto Ortega Bayón, encargado de la obra y asesor.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
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