El suceso ocurrió concretamente en la antigua N-II. El accidentado, de nacionalidad portuguesa, sufrió el accidente tras el desprendimiento de un molde de hierro de una columna que golpeó la cesta hidráulica en la que se encontraba subido.
Tras el impacto en la cesta, el herido se golpeó en la nuca. No llegó a caer al suelo, ya que vestía el arnés de seguridad por el cual se hallaba sujeto.
Sufría un traumatismo craneoencefálico cuyo pronóstico fue calificado por los servicios médicos como grave.
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