El encaje de bolillo, el macramé, la malla o el frivolité puede que para algunos recuerden a otros tiempos y tengan quizás demasiado olor a alcanfor, pero son sin duda alguna uno de los mejores remedios para el estrés. Por si fuera poco, comienza a ser recetado por los médicos para aliviar la artrosis y otras patologías óseas y musculares propias de la época actual. El ayer y el hoy encajan a la perfección y darán prueba este fin de semana en la localidad granadina de Guadix en el I Encuentro Nacional de Encajes.
Labores domésticas denostadas para quienes quizás malinterpretan la liberación de la mujer y que son en realidad un arte y también un negocio con enormes posibilidades. Por ello, más medio centenar de especialistas, bolilleros y bolilleras, llegados de toda España se afanarán este fin de semana en debatir sobre las técnicas y tendencias de estos trabajos artesanos, transmitidos de generación en generación, que alcanzan en el mercado de la moda, el hogar y la decoración precios cada vez más altos y, progresivamente, logran estar día a día más solicitados por su calidad y prestigio.
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