Comisiones Obreras ha pedido que se considere como grave el accidente que ocurrió el 4 diciembre en la fábrica de Mahou en el que un trabajador perdió tres dedos de una mano mientras engrasaba una de las máquinas. “Lo más grave es que un accidente que le cuesta tres dedos a un trabajador sea calificado como leve. Y lo peor es que esto no es la primera vez que lo detectamos, ya que dándole esta calificación al accidente lo que consigue la empresa es eludir los controles que la Comunidad Autónoma está poniendo para rebajar la siniestralidad laboral”, ha afirmado Jesús Torraba, secretario provincial de CCOO.
Asimismo, Torralba ha recordado que “existe un plan de choque para reducir los accidentes laborales. Gracias a este plan los inspectores disipan las empresas que más accidentes graves tienen, si las industrias no califican de grave ninguno de estos accidentes eluden la inspección, por lo tanto se desvirtúan los planes que pone en marcha la Comunidad Autónoma”.
El sindicato también ha denunciado que la empresa no les haya dejado que una compañera de Comisiones Obreras visitara la fábrica para esclarecer las condiciones en las que se había producido el accidente laboral.
Otra de las denuncias expuestas por el sindicato es que la fábrica de Mahou anteriormente disponía de un vehículo para el transporte de enfermos y accidentados al centro de salud o el Hospital, pero desde hace dos meses la empresa suprimió este vehículo y lo sustituyó por un protocolo de actuación para estos casos. “Esto supone un perjuicio para los trabajadores que necesitan de estos servicios.En este caso la ambulancia tardaba bastante tiempo en venir y tuvieron que llamar al 112 y fue la Policía Local de Alovera la que trasladó a este compañero hasta el Hospital Universitario de Guadalajara. Después de los sucedido vamos a seguir exigiendo que se vuelva a reponer el vehículo para el traslado de los accidentados”, ha declarado Moriche.
Por su parte, Torralba ha manifestado que “hemos denunciado ante la inspección que el trabajador accidentado pertenezca a una subcontrata. Hemos repetido muchas veces que las subcontratas son peligrosas porque llevan consigo una falta de seguridad que se pone de manifiesto cada día”. Asimismo, ha añadido que “seguramente esta situación de riesgo lo han sufrido otros trabajadores, pero este empleado al ser temporal, la información, formación e intuición no es la misma que la de un empleado con experiencia”. Además, han denunciado que la información que se le da a los trabajadores no es la específica de su puesto de trabajo, si no que se les entrega un libro en el que aparece formación genérica sobre riesgos laborales.
Alrededor de 600 empleados trabajan en la fábrica de Mahou, pero existen determinadas épocas en las que pueden llegar a 800. “La inmensa mayoría de los trabajadores son de plantilla, excepto cuando existen puntas de producción, pero hay una parte de los trabajadores como los que se dedican al mantenimiento que están subcontratados”, ha afirmado Moriche.
En relación a este asunto, Torralba ha apuntado que “un gran número de industrias ha comenzado a externalizar cierto tipo de servicios que antes llevaban las propias empresas con el único fin de conseguir más beneficios y lo que provoca es poner en peligro la integridad de los trabajadores”.
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