A pesar de que son los profesores de enseñanza primaria y secundaria los miembros del cuerpo educativo que más facilmente se asocian con el síndrome de agotamiento profesional (en su versión inglesa, síndrome de «burn out»), una tesis doctoral de reciente publicación analiza los factores que provocan que también sus colegas universitarios se vean también afectados por este reciente fenómeno.
La tesis doctoral de María José Santiago Mariño, que recibió la calificación de «cum laude», se propone «examinar el estrés laboral y el burn out en los docentes universitarios», para lo que la investigadora ha recogido una muestra de las principales causas de estas manifestaciones de malestar laboral con una muestra de 628 profesores de la Universida de Santiago.
Entre los factores que Mariño destaca como de mayor peso, destacan determinados aspectos relacionados con el campo de la enseñanza misma, aunque éstos no son los únicos. Así, no sólo las aulas serían las causantes del estrés, ya que también factores personales y familiares estarían implicados en el análisis.
Dentro de los factores asociados a la enseñanza, la actitud pasiva de los estudiantes y su falta de motivación, el cuestionamiento por parte de los mismos de la capacidad y competencia de sus mentores, así como el hecho de que los alumnos no entiendan las explicaciones de su profesor son los problemas dentro del aula. Fuera de la misma, pero sin salir del engranaje universitario, los maestros destacan como principales fuentes de agotamiento la excesiva burocratización y la carga de papeleo.
En particular, los docentes universitarios critican la asistencia excesiva a las diferentes reuniones y la sobrecarga de tareas de poca importancia, así como la presión del tiempo para combinar las tareas docentes con las obligaciones de investigación.
Además de las presiones que proviene de las aulas, existen también síntomas asociados al éstrés común, variables de personalidad, diferentes aspectos de apoyo social del entorno del profesor, la capacidad de llevar a cabo (o no) estrategias de afrontamiento del mal y fuentes extralaborales (contrariedades cotidianas no relacionadas con el trabajo).
La experiencia es clave
Uno de los factores que ayudan al profesor a sobrellevar la carga de estrés a la que, sgún el estudio, los somete su trabajo es la experiencia. Así, según Santiago, el hecho de que los profesores de la enseñanza superior acumulen experiencia y años en su expediente profesional contribuye a que el mismo sea capaz de superar el síndrome. Además,la investigadora enumera entre los factores «protectores» el apoyo de familiares y amigos, la actitud activa frente a los problemas, la experiencia laboral y la creencia en uno mismo.
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