Aceptaron voluntariamente dicha condena, pactada por su abogado con el fiscal, en el juicio que tuvo lugar ayer en la capital lucense. Se libraron de enfrentarse a una petición que inicialmente era de dos años y medio de cárcel. La condena está motivada por el accidente que sufrió un trabajador al quedarse sin frenos la motoniveladora con la que trabajava en O Courel.
Los acusados, ahora condenados, son B.R.V., el administrador de la empresa y E.R.M. técnico de prevención de riesgos laborales. El suceso se produjo el 26 de junio de 2007 en el monte conocido como A Prvida, en la parroquia de Noceda, en el municipio de Folgoso do Courel.
La empresa en cuestión realizaba labores de apertura de una pista forestal, de Pelliceira a Noceda, contratada por la Consellería de Medio Rural.
Sobre las nueve de la mañana de dicha jornada, un trabajador de la empresa manejaba una motoniveladora que circulaba marcha adelante y en sentido ascendente hasta la coronación de un camino con el fin de girar en un llano existente al final de éste. Cuando se acercaba al final de la subida, el motor se apagó y los frenos fallaron.
La dramática situación hizo que la máquina empezase a circular marcha atrás por la pendiente del camino. Al no poder encenderse el motor, ni funcionaban los frenos ni tampoco la dirección. El consuctor, desesperado, decidió tirarse y abandonar el behículo cuando ya circulaba sin control hacia un precipicio. No tuvo suerte porque cayó delante de la rueda izquierda y fue atropellado.
Como consecuencia del atropello, E.C.V., sufrió diversos politraumatismos graves. Tardó en curar 136 días de los cuales 16 estuvo ingresado en un centro hospitalario. Le restan diversas secuelas.
No homologada
El fiscal estableció que los acusados, pese a sus obligaciones legales, no se habían asegurado de que la referida máquina tuviera la homologación correspondiente y que hubiese sido debidamente adaptada para su uso con seguridad.
Los acusados, además de los cuatro meses de cárcel pagarán una multa de treinta euros diarios durante once meses. En su momento el fiscal también pedía que indemnizaran al palista con 16.000 euros por las secuelas que le dejó el accidente; 991, por los días de hospitalización y algo más de 6.000 por los días que estuvo sin curar. La acusación pública consideraba que estas cantidades debían ser abonadas por la compañía de seguros con la que tenía concertada una póliza de la empresa.
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