Con este argumento, entre otros muchos recogidos en la sentencia, ha absuelto la magistrada del Juzgado de lo Penal 1 de Ourense a Manuel Rodríguez Carballo, ex alcalde de la localidad de Maceda, al que el ministerio fiscal imputaba un delito contra los derechos de los trabajadores.
Aunque la acusación pública atribuía al político y a un responsable del Grupo Municipal de Intervención Rápida, Grumir, la responsabilidad en el accidente laboral sufrido por un trabajador contratado por el consistorio municipal, la magistrada encargada de ver este caso ocurrido en marzo del 2007, considera que «no se ha acreditado que este acusado ordenase los trabajos que estaba realizando el lesionado, ni que designase encargado de tales trabajos al acusado, jefe de estructura estable del Grumir al que pertenecía el lesionado, ni que conociese las condiciones en las que se estaba efectuando dicha obra de reparación».
Aunque constata la ponente que «ninguna duda ofrece la existencia del accidente sufrido por J. L. G. R. al caerse de la cubierta de una nave propiedad del ayuntamiento de Maceda», explica que en realidad todo apunta a que el trabajo que hacía el afectado era la sustitución de unos tornillos, y no el acondicionamiento de una nave. Asegura además la magistrada que ha quedado probado que para esa labor existía una evaluación de riesgos, pese a lo cual «se estaba realizando un trabajo en una cubierta de un tejado con un procedimiento inadecuado y sin ningún medio de protección ni individual ni colectivo». Eso sí, todo ello no sería atribuible penalmente al entonces alcalde, al no quedar probado que conociese las condiciones del trabajo, ni tampoco que hubiera sido él quien ordenó las labores que propiciaron el accidente.
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