La formación de trabajadores y empresarios es una de las claves para prevenir accidentes laborales en la construcción. Esta es una de las conclusiones a las que llegaron ayer técnicos, sindicatos, empresas de prevención de riesgos, aparejadores y el Govern tras una mesa redonda convocada por este colectivo profesional para debatir la seguridad en la construcción.
Los representantes del Colegio Oficial de Aparejadores reclamaron a la Administración y las empresas que exijan a sus empleados una formación “con exámenes que garanticen el aprovechamiento de las enseñanzas que reciben a través de cursillos o actividades formativas específicas”.
Durante el debate, los ponentes coincidieron en señalar que una cultura arraigada de prevención de riesgos laborales, tanto para los patronos como para los empleados, es uno de factores que servirían para reducir la siniestralidad laboral. El responsable de la inspección de salud laboral del Govern, Miquel Crespí, destacó la voluntad de la Administración por reducir al máximo la siniestralidad laboral y se mostró partidario de “buscar soluciones consensuadas entre todos los factores implicados para garantizar buenos resultados”.
Crespí se refirió a la puesta en marcha en Mallorca de una fiscalía sobre temas específicos de la coordinación de obras como una de las novedades que tratan de garantizar el cumplimiento de la Ley de riesgos laborales. Además, el Govern tiene previsto dotar en un futuro a los trabajadores de una “cartilla” que refleje su formación específica. Los constructores también tendrán una “acreditación” que demuestre su profesionalidad “porque muchas veces desconoce como debe actuar”. Los empresarios apoyaron la propuestas porque“hace tiempo que reclamamos una medida similar”.
Las empresas de prevención destacaron las dificultades que encuentran para ofrecer formación en riesgos laborales “porque no vienen habitualmente a recibir información”.
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