«Si hubiese venido buen verano, no habría viajado a Málaga y, si no hubiese ido, no se habría contagiado. Él veraneaba allí por motivos de salud y mira…». José Luis Norniella Menéndez trazaba ayer una cadena interminable de «y si» en el tanatorio de Los Arenales. Su hermano, M.D.N., ovetense de 73 años, falleció en la madrugada del jueves y fue enterrado ayer en Colloto. La de Norniella es la tercera muerte que se produce entre los afectados por el brote de legionela detectado en las torres de refrigeración de un edificio municipal en Benalmádena (Málaga) el pasado mes de junio, que afectó a 18 personas.
J.L.N. relató ayer las circunstancias de la muerte de su hermano, un hombre conocido en la ciudad por regentar la papelería Norniella en la calle Covadonga. M.D.N. viajó el pasado mes de junio a su apartamento de Benalmádena en busca de buen tiempo, para curarse en salud. «Estaba delicado, le habían operado recientemente del corazón. Le iba mejor el clima de Málaga que el de aquí, por la humedad», explica el hermano mayor del fallecido.
El hijo, L.M.N., recibía noticias de su padre en Benalmádena a diario. Todo marchaba bien, al sol andaluz. Hubo un día en que Daniel no contestó al teléfono. Al siguiente tampoco. Al tercer día el hijo decidió llamar a la Policía. «Le encontraron tirado en el suelo de la vivienda, inconsciente. Ahí comenzó la pesadilla», relata el hermano del difunto Norniella.
Ese mismo día, el 28 de junio, M.D.N. ingresó en la unidad de medicina intensiva del Hospital Clínico Universitario de Málaga. Los médicos le diagnosticaron una neumonía comunitaria grave provocada por la legionela, según recoge el historial clínico de Norniella en Málaga, al que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA. En los días posteriores el cuadro médico se fue complicando: insuficiencia respiratoria, parada cardiaca, insuficiencia renal y fallo multiorgánico, entre otros.
«Pasó un mes y los médicos nos dijeron que estaba curado de la neumonía, pero que no se podía hacer nada más. Sólo esperar», cuenta J.L.N., que se había desplazado a Málaga con el resto de la familia. Con el paso de los días los familiares y los médicos del centro hospitalario malagueño consensuaron el alta de M.D.N., que fue trasladado a planta el 16 de julio.
La semana pasada, en vista de que Norniella no mejoraba, su familia decidió trasladarle a Oviedo en una ambulancia medicalizada. El hombre permaneció ingresado en el Hospital Central desde entonces hasta la madrugada del jueves, cuando falleció.
El funeral por M.D.N. se celebró ayer a las cinco de la tarde en la iglesia parroquial de Santo Domingo de Guzmán. Después recibió sepultura en el cementerio de Colloto.
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