La Unión de Consumidores de Extremadura (UCE) ha solicitado una normativa para regular en los centros de tatuajes y piercing de Extremadura las exigencias higiénico-sanitarias y las normas de higiene y formación del personal que aplica este tipo de técnicas.
Según informa la UCE en una nota de prensa remitida a Europa Press, este tipo de centros ha crecido desde hace algunos años “tanto en el número de estudios profesionales como en el de personas que sin cualificación trabajan en ellos sin las garantías higiénico sanitarias deseables y exigibles y en los lugares menos propicios como son casas particulares, puestos de mercadillos, peluquerías, etc”.
Según la UCE el riego estriba en que “estos chiringuitos son la principal vía de contagio de la hepatitis B y C en España, una enfermedad que puede mantenerse latente, sin manifestaciones que la evidencien, durante años”.
La posibilidad de contraer una amplia gama de enfermedades infecciosas “es el precio a pagar por la despreocupación de los clientes y la falta de información en general sobre este tema, un peligros cóctel, que afecta sobre todo al colectivo joven. Bonito, rápido barato son las prioridades de muchos clientes, aparcando la seguridad en un segundo término”.
“Lo cierto es que se trata trata de un fenómeno en auge que, como casi todo, cuenta con fervientes seguidores y aguerridos detractores. En cualquier caso, lo verdaderamente importante pata la UCE en este tema es su derivación como actividad comercial íntimamente relacionada con la salud de los usuarios”, según la UCE.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
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