En el marco del Día Internacional de la Seguridad y Salud en el Trabajo, expertos en Prevención de Riesgos Laborales y Recursos Humanos analizaron en Madrid la situación actual de la salud de la mujer en el trabajo. Bajo el título “Mujer y Salud en el ámbito laboral” el Círculo Empresarial UMI, en colaboración con ASEME (Asociación Española de Mujeres Empresarias), ha celebrado esta jornada en el Hotel Hesperia dedicada a reflexionar sobre el impacto de los estilos de vida y las condiciones de trabajo en la salud de las mujeres.
Todos los ponentes de la jornada “Mujer y Salud en el ámbito laboral” han coincidido en señalar la importancia de considerar la Prevención de Riesgos Laborales desde una perspectiva específica de la mujer, para mejorar sus condiciones de salud en el contexto laboral.
La jornada se abrió con la intervención de Inmaculada Alvarez, Presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias de Madrid (ASEME) que explicó el contenido del estudio titulado “El estrés laboral en la empresaria madrileña”, realizado por esta organización en colaboración con el Servicio Regional de Empleo de la Comunidad de Madrid. La principal conclusión es que, a pesar de que de este colectivo presenta una gran propensión al estrés debido a un alto nivel de autoexigencia y a la necesidad de ser reconocido en el ámbito personal y profesional, los niveles de esta enfermedad son bajos (inferior al 2%) debido a su patrón de conducta y al empleo de técnicas pasivas como la huida para afrontar el problema.
No obstante, el estudio menciona un importante número de estresores como son el exceso de trabajo, el nivel de responsabilidad y la estabilidad de la empresa. También se muestran especialmente sensibles ante el nivel de identificación o implicación del personal con la empresa. Las consecuencias del estrés se manifiestan mayormente en el grupo de consecuencias cognitivas, para el que un 23,28% indica una menor capacidad de concentración y mayor susceptibilidad a distraerse; y fisiológicas, para el que un 29,87% indica ardores de estómago, dolores de cabeza o alteraciones del sueño y un 37,66% tensión muscular.
Por último, Inmaculada Alvarez se refirió a como “las mujeres están especialmente dotadas para el mundo de los Recursos Humanos ya que históricamente se han encargado de esta parcela en el hogar. La organización de una cena de navidad exitosa es un ejemplo de ello”.
Mario Grau, Subdirector Técnico del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT), realizó una descripción e las principales bases jurídicas y principales leyes en materia de seguridad e higiene en el trabajo que pertenecen al ámbito competencial del Estado. En particular subrayó la necesidad de insistir en dos aspectos concretos: en primer lugar realizar en las empresas una evaluación de riesgos orientada al futuro con el fin de alcanzar una política empresarial más eficiente. En este aspecto abogó por una mayor protección de la mujer en cuestiones como la maternidad y la lactancia.
En segundo lugar propugnó una mayor adaptación del trabajo a la persona. En este sentido mencionó cómo muchas veces ciertos trabajos se piensan, por su historia o características intrínsecas, solamente para el hombre o en términos de condiciones físicas o ambientales, cuando hombre y mujer también difieren en los aspectos psicosociales.
“Las normas se hacen habitualmente para una población estándar. La Prevención de Riesgos Laborales debe contemplar las especificidades y aplicar las medidas”, concluyó.
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