Un especialista de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), Fidel Franco, defendió hoy en el Parlament la necesidad de incrementar la instalación de antenas de telefonía móvil en las poblaciones para reducir la densidad de radiación. Actualmente, ante la oposición vecinal, algunas operadoras optan por colocar las antenas lo más lejos de la población, con lo que incrementan también la radiación.
Según Franco, apostar por esta solución es “una barbaridad”, ya que “hay habitantes que reciben más radiación que otros porque las operadoras aumentan la densidad de radiación de las antenas”. “Hay una contradicción”, advirtió el experto.
Franco hizo estas declaracions en el Parlament, durante la presentación de un trabajo realizado por la Agencia de Evaluación de Tecnología e Investigaciones Médicas de la Generalitat sobre los efectos de la telefonía móvil en la salud de la población.
Este informe, que recoge resultados de estudios científicos, señala que actualmente no existen evidencias contrastadas que permitan relacionar el uso del teléfono móvil con la aparición de cáncer u otras enfermedades, según explicó una de las coordinadoras del estudio, Emilia Sánchez.
Más accidentes con el sistema manos libres
No obstante, el uso del teléfono móvil durante la conducción cuadriplica el riesgo de sufrir un accidente de tráfico y se acentúa el peligro cuando se opta por utilizar el sistema de manos libres, frente al aparato tradicional, aseguró Sánchez. Así, con el uso del teléfono estándar, el riesgo de sufrir un accidente de tráfico se cuadriplica, mientras que con el sistema manos libres el riesgo se multiplica por seis.
A pesar de ello, Sánchez puntualizó que estos son los únicos efectos nocivos comprobados que la telefonía móvil tiene para la salud. Según esta especialista, las experiencias realizadas en personas demuestran que el calor que produce el contacto prolongado con el teléfono móvil provoca cambios biológicos. “Lo que se desconoce es si estos cambios son negativos para la salud”, advirtió.
Ante esta situación, esta experta recomendó aplicar “el principio de la precaución” y, en la medida de lo posible, “hacer un uso limitado del teléfono móvil”.
Sin embago, Franco mostró su preocupación por los efectos que las antenas de telefonía móvil puedEn tener sobre la salud de los niños y los bebés. El experto de la UPC recordó que, a diferencia de los adultos, este colectivo no tiene un sistema inmunológico desarrollado, por lo que instó a los especialistas a que en sus experimentos distingan entre ambos grupos de edades.
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