Una mujer de 60 años ha sido la última víctima mortal del grupo de antiguos trabajadores de la empresa Electroquímica Andaluza de Jódar, en Jaén. La empresa cerró hace diez años. De los 85 empleados que había en plantilla ya han muerto 19 personas.
Los que trabajaron en esta fábrica aseguran sentirse en el corredor de la muerte ya que muchos de ellos padecen una intoxicación crónica por mercurio. Reclaman que la empresa reconozca su responsabilidad ya que durante sus veinte años de actividad no existieron las medidas de seguridad oportunas.
Avanzan silenciosos y con respeto. Son los antiguos empleados de Electroquímica Andaluza. En su pecho, las fotografías de los compañeros fallecidos. Hoy la empresa se encuentra en ruinas. Tras su cierre hace 10 años de los 85 trabajadores que había en plantilla ya han muerto 19 personas, la última el pasado 1 de diciembre.
“Crees que el próximo vas a ser tú”, asegura Daniel Expósito, afectado. 37 trabajadores como ellos viven actualmente afectados por una intoxicación crónica cuyo origen se encuentra en la inhalación de vapores de mercurio. Las secuelas van desde enfermedades coronarias y renales hasta cáncer. Desde los tribunales se ha dado por probada la conducta negligente de la empresa.
Justi es la viuda de Eladio González un trabajador de Electroquímica que murió hace año y medio, aunque su caso llegó al Supremo quien estipuló una indemnización de 60.000 euros ya nada le devolverá a su marido.
Los trabajadores piden que la empresa asuma la responsabilidad, los Juzgados de Primera Instancia ya han reconocido que padecen una enfermedad llamada hidrargirismo, muchos esperan ahora las respectivas indemnizaciones.
Electroquímica andaluza cerró sus puertas en el año 92 con la fusión de Uralita e Industrias Aragonesas a las que van dirigidas las reclamaciones. No han querido hacer declaraciones, se han limitado a señalar que serán los tribunales quienes decidan.
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