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Investigadores de Australia y Reino Unido han descubierto que la discriminación sigue estando a la orden del día en el mercado laboral. Según su estudio, publicado en la revista International Journal of Obesity, las obesas tienen todas las de perder frente a otros candidatos sin sobrepeso de cara a obtener un puesto de trabajo. Y no es todo: las obesas reciben sueldos más bajos que los demás empleados. 

Investigadores de la Universidad de Manchester (Reino Unido) y la Universidad Monash (Australia) han estudiado si un indicador desarrollado recientemente del prejuicio contra el sobrepeso, perteneciente al grupo de indicadores denominado «medida universal de sesgo» (universal measure of bias, UMB), permite predecir la discriminación real en el mundo laboral contra los obesos. 

Los autores examinaron también si existe algún vínculo entre la discriminación por obesidad y la inseguridad experimentada por las mujeres acerca de su cuerpo (es decir, su imagen corporal) y los rasgos de una personalidad conservadora, donde se incluye el autoritarismo y la orientación hacia la dominación social. Expertos en la materia han observado que existe relación entre estos factores y la homofobia y el racismo. 

El Dr. Kerry O’Brien, catedrático de la Universidad Monash y profesor asociado de la Universidad de Manchester, aclaró que a los participantes no se les informó de partida sobre la naturaleza del estudio. Se les incluyó en éste tras manifestar su interés por un anuncio según el cual científicos pretendían averiguar si unas personas son más competentes que otras para la selección de personal. 

«Los participantes revisaron una serie de currículos, que incluían fotos de las candidatas, y debían clasificarlos según su aptitud, sueldo inicial y empleabilidad», informó O’Brien. «Usamos fotos de mujeres antes y después de someterse a cirugía bariátrica, y las clasificaciones fueron distintas en función de si el currículo contenía una foto de una mujer obesa (índice de masa corporal o IMC 38-41) o una foto de la misma mujer con un peso dentro del rango considerado normal (IMC 22-24)», aclaró. «Encontramos una fuerte discriminación por obesidad en todos los criterios de selección laboral, como sueldo inicial, potencial de liderazgo y probabilidad de seleccionar a una candidata obesa para el empleo.» 

Además se observó que, cuanto mayor fuera la puntuación de un individuo en la UMB sobre el sobrepeso, más probabilidades tenían de discriminar a las candidatas obesas. También apreciaron que los individuos que presentaban una personalidad más autoritaria también discriminaban. 

Por añadidura, se apreció una conexión entre las puntuaciones de los sujetos acerca de su propio aspecto físico (la imagen corporal), la importancia del aspecto físico y la discriminación por obesidad. 

«Cuanto más alto puntuasen los participantes su propio atractivo físico y la importancia del aspecto físico, mayores eran el prejuicio y la discriminación», destacó O’Brien. «Una interpretación posible de este hallazgo es que tenemos mejor opinión de nuestro propio cuerpo si nos comparamos con personas gruesas y las discriminamos, pero esta afirmación hay que comprobarla experimentalmente.» 

Se trata de la primera vez que unos investigadores han descubierto un vínculo entre medidas explícitas autodeclaradas de prejuicio y discriminación laboral por obesidad. Según los autores, sus conclusiones indican que la creencia de algunos individuos en su superioridad con respecto a otras personas guarda relación con la percepción de que los obesos merecen menos privilegios y oportunidades que los demás. 

«Nuestros hallazgos denotan una necesidad clara de abordar la discriminación por obesidad, sobre todo la dirigida contra las mujeres, las más perjudicadas por los prejuicios contra la grasa corporal», señaló O’Brien. «Conviene planificar intervenciones y estrategias que reduzcan los prejuicios. Además queda claro que los motivos de este prejuicio provienen de nuestra propia personalidad y de la percepción de uno mismo. Para justificar esta clase de prejuicio se manejan estereotipos tales como atribuir un comportamiento perezoso y glotón a los obesos, entre otros.» 

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http://cordis.europa.eu

Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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