Hay 33.000 enfermeras en Cataluña, la gran mayoría son mujeres. El 88% de ellas denuncia una elevada precariedad laboral y el 60% se muestra insatisfecha de su salario, del reconocimiento a su labor y cree que su profesión tiene poco o ningún prestigio. Ante este panorama poco alentador, el Consell de Col.legis d Infermeria de Catalunya ha lanzado un plan estratégico para mejorar la profesión.
El plan se presentó ayer en sociedad para su debate y, con el 2004 como horizonte, buscar acuerdos con la administración, los sindicatos y las empresas sanitarias. Los colegios profesionales han consultado a 3.200 enfermeras y otros 2.000 ciudadanos para identificar una treintena de problemas y proponer soluciones.
Las enfermeras afirman que es urgente actuar en varios asuntos. Uno es reducir la precariedad laboral. Según María José Martínez y Dolors Fauria, decana y vicedecana, respectivamente, del consejo de colegios de enfermería, un gran número de enfermeras trabajan por días e incluso por horas, lo que consideran inadmisible. Agregan que además, se debe establecer un modelo profesional, que marque criterios de trabajo, categorías y competencias y que reconozca la responsabilidad de la tarea de las enfermeras. Mejores contratos, más salidas profesionales, una mejor organización del trabajo y un mayor reconocimiento deberían corregir la insatisfacción laboral de este colectivo, que genera desmotivación.
Otra demanda es mejorar la formación. En lugar de la actual titulación de diplomatura, las enfermeras reclaman una licenciatura y mayores opciones de especialización.
El 38% de las enfermeras catalanas ejerce en hospitales públicos, el 20% en centros privados, un 20% en la asistencia primaria y el resto en asistencia domiciliaria, sociosanitaria (tercera edad) u otros ámbitos. La profesión apenas tiene paro (el 6%, según la encuesta colegial), pero la precariedad e insatisfacción con los trabajos que se ofrecen hacen que muchas enfermeras se vayan a otros países. Gran Bretaña, Portugal, Francia e Italia solicitan enfermeras españolas, cuya preparación es muy apreciada.
Martínez afirma que no puede ser que las jóvenes deban irse a trabajar fuera por la mala situación laboral en España. Además, augura que en unos años podría pasar como en Canadá, que exportó enfermeras y ahora tiene demanda. Y eso que en Canadá hay una por cada 1.250 habitantes y en España, una por cada 2.000.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
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