El miedo a la picaresca y el incremento de enfermedades profesionales, tanto psicológicas como musculares, difíciles de demostrar, han llevado a las empresas y las mutuas a recurrir a los servicios de detectives privados. En este sentido, el presidente de la Confederación de Empresarios de Castellón (CEC), Rafael Montero, asegura que “se utilizan estos servicios en casos muy concretos, en los que se piensa que existe una situación de abuso difícil de probar, lo que ocasiona grandes gastos a las compañías”. Tanto desde CCOO como desde UGT consideran que la patronal “tiene una sensación de fraude que, al final, resulta inexistente” y desaprueban los métodos que se utilizan.
El director de la mutua Fremap en Castellón, Pedro Tomasi, detalla que “se puede decir que existe un porcentaje medio de intento de fraude” y señala que “son mayores los casos de falsas bajas por enfermedad común que por accidente laboral”. Y es que, en las primeras, es el propio médico de atención primaria el que se encarga de darla, mientras que, en las segundas, lo hacen el colectivo de mutuas.
Al respecto, el presidente del sindicato médico CESM, José Luis Gómez, dice que “es cierto que es muy fácil conseguir dos semanas de baja sin problemas, ya que la inspección actúa cuando son más prolongadas”. Como comenta, la forma de actuar más común es “asegurar que se tienen dolores inespecíficos, que cuestan de detectar y confunden al profesional”.
Por su parte, desde la agencia de detectives Distrito 46 de la capital de La Plana indican que el seguimiento a empleados de baja “es algo habitual”. Como especifican, “se suele tratar de personas mayores, de entre 40 y 50 años, y principalmente del sector cerámico”. En Invescom aseguran que las empresas les piden ayuda “cuando el caso afecta a personas que cuesta mucho dinero despedir y se necesitan pruebas para acudir a los tribunales”. Además, afirman que “en el 75% o 80% de los casos con los que trabajamos se demuestra que ha habido fraude”.
Según recalcan, se dan dos situaciones generales: “O que el trabajador alargue su baja para descansar o que lo haga para desarrollar otra actividad”.
Pese a ello, los secretarios generales de CCOO y UGT, Encarna Barragán y Constantino Calero respectivamente, inciden en que “existen más casos en los que sale perjudicado el trabajador que la empresa”.
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