El caso, que ha sido publicado en la revista New England Journal of Medicine de Boston, en Massachusetts, describe lo sucedido a una joven de 20 años cuya residencia se encuentra cercana a la catedral, en la que se acometieron amplias reformas.
La investigación, remitida a la revista por Alicia Armentia, del Hospital Rio Hortega de Valladolid, y otros seis especialistas, indica que la alergia al huevo es un posible agente etiológico en pacientes con asma. En este caso, el asma se ha desarrollado tras la inhalación de polvo de viejos monumentos, que se libera durante la obras de reforma.
“Puede ser causa de asma ocupacional -mencionan los autores del trabajo- en personas que se dedican a la restauración de edificios antiguos”.
Según consignan los propios investigadores, “la adición de huevos a la pasta utilizada para proteger la piedra de sillería es una vieja costumbre con orígenes en la antigua Roma”.
La joven cuyo caso documenta este trabajo desarrolló un episodio de asma severo y dermatitis atópica por la liberación de alérgenos durante las labores de limpieza y reparación de los muros de una catedral del siglo XVI.
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