El día 6 de mayo, como primer martes del mes de mayo, se celebra el día mundial del asma, una enfermedad crónica que se caracteriza por ataques recurrentes de disnea y sibilancias, que varían en severidad y frecuencia de una persona a otra, según la Organización Mundial de la Salud. Los síntomas pueden sobrevenir varias veces al día o a la semana, y en algunas personas se agravan durante la actividad física o por la noche. Curiosamente no existe cura total aunque sí sistemas para controlarlo y mejorar la calidad de vida de las personas que lo sufren. La OMS informa de que la tasa de letalidad del asma es baja en comparación con otras enfermedades crónicas que afecta a 150 millones de afectados en todo el mundo. Es curioso destacar que aún no existe una cura total. Los ataques de asma aparecen por diversos motivos:
- Alérgenos en espacios cerrados (ácaros del polvo en la ropa de cama, alfombras y muebles tapizados, la contaminación y la caspa de los animales domésticos), por ejemplo.
- Alérgenos en exteriores, como pólenes y mohos;
- Humo de tabaco, y
- Productos químicos irritantes en el lugar de trabajo.
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