Un profesor de música que fue contratado por el Ayuntamiento de Lucena ha denunciado ante el juzgado de lo Social al Consistorio por acoso moral en el trabajo y le reclama una indemnización de 30.000 euros.
El demandante, profesor de guitarra flamenca licenciado por el conservatorio superior de música del Liceo de Barcelona, fue contratado por el Ayuntamiento en noviembre del 2000 para trabajar en la escuela municipal de música. A la vista del escaso número de alumnos al principio del curso, admitió percibir 900 euros, pero al mes siguiente se incrementaron las solicitudes de estudiantes y se fijó el sueldo de mutuo acuerdo en 1.124 euros mensuales.
El profesor siguió ligado al Ayuntamiento por contrato otros tres cursos y le plantearon que al finalizar el contrato se podría renovar para el verano y que le darían una plaza de interinidad, aunque con reservas porque su titulación era privada.
Con el cuarto curso coincidió el cambio en el Gobierno municipal y el concejal de Cultura mantuvo una reunión con los profesores, a quienes comentó que en verano era segura su contratación y que se convocarían plazas en las que no habría problemas para acceder porque se crearía un perfil como el del denunciante y de esa forma trabajaría el año entero.
Para poder homologar la titulación se presentó a las pruebas de acceso a grado superior. En junio le comunican que no le van a renovar, cuando había rechazado ofertas de trabajo en otros lugares, y se decide a hablar con el concejal para aclarar la situación. El edil le contesta, según la demanda, que no le moleste más y le insinúa que le van a hacer una prueba para contratarle.
En septiembre le proponen un contrato de nueve meses, bajándole de categoría; además, le comunican que su sueldo, que en esos momentos era de 1.400 euros, se rebajaría a 600 por realizar las mismas tareas.
El profesor se vio obligado a dejar Lucena -donde había obtenido la concesión de una vivienda de protección oficial- y volver a Barcelona, de donde vino. La denuncia refleja que “el propósito encubierto por los responsables del Ayuntamiento era, mediante el acoso moral en el trabajo, propiciar su marcha para así evitarse un despido o cese laboral”.
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