El Juzgado de lo Penal número dos de Badajoz condenó a dos años de cárcel al responsable de la empresa donde trabajaba un obrero que falleció al caer de un pino piñonero, en Calera de León. La sentencia se alcanzó por conformidad de las partes, acusación particular, defensa y Ministerio Fiscal. J.S.M.L. es condenado por un delito de homicidio imprudente en concurso con otro delito contra los derechos de los trabajadores. La razón de la condena es que el trabajador fallecido no disponía de las medidas de seguridad precisas para evitar el accidente, como un arnés que le sujetase al pino y evitase la caída. Ésta se produjo al romperse una rama del árbol en el que F.J.C. estaba trabajando. Un hijo suyo trabajaba al lado.
Aunque las peticiones iniciales de condena tanto del fiscal como de la acusación particular eran superiores, finalmente se llegó a un acuerdo tanto sobre la pena de cárcel como la indemnización para los familiares.
Además de la condena de cárcel, que no conlleva la entrada en prisión, dado que no supera los dos años, la empresa deberá pagar una indemnización de 150.000 euros a la familia del trabajador fallecido. La sentencia exime de esta responsabilidad tanto a la compañía aseguradora de la empresa en cuestión, que ya abonó la cantidad por la que estaba asegurada la empresa, como al Ayuntamiento de Calera de León. Es la empresa la única responsable. Para asegurar el abono de la indemnización fijada, la sentencia indica que la suspensión de la entrada en prisión del acusado sólo se producirá si se produce el pago.
El accidente en que falleció el trabajador tuvo lugar en diciembre de 2004. Era la época de recogida de las piñas que se producen en una gran finca municipal de Calera.
El Ayuntamiento de Calera de León arrienda cada año la finca, que se extiende en unas 800 hectáreas, en la zona de Tentudía, y adjudica la recogida de los piñones a la empresa que mejores condiciones ofrece. Es esta empresa la que se encarga de organizar la recogida y de contratar a los trabajadores.
Según el alcalde de Calera, que se encontraba ayer en la Audiencia de Badajoz para seguir el juicio, se trata de un trabajo duro y difícil, porque exige al obrero permanecer agarrado al pino con una mano mientras con la otra mano maneja un gancho con el que se tiran las piñas al suelo. Los obreros suelen trabajar a destajo, cobran según el volumen de piñas recogido. El alcalde añadió que, a pesar de la dureza del trabajo, éste ha sido el primer accidente mortal que se ha producido con esta actividad, que dura varios meses.
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